PRIMERA REPÚBLICA ESPAÑOLA (1873-1874)

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Primera república españolaLa Primera República Española fue el régimen político vigente en España desde su proclamación por las Cortes, el 11 de febrero de 1873, hasta el 29 de diciembre de 1874, cuando el pronunciamiento del general Martínez-Campos dio comienzo a la Restauración borbónica en España

Estanislao Figueras se convierte en uno de los cuatro primeros diputados antidinásticos de España.


Estanislao Fígueras y Moragas, en 1851, es elegido diputado por Tarragona, ciudad a la que se traslada para formar parte de su Junta Revolucionaria, que presidirá durante los acontecimientos políticos que conducirán al Bienio Progresista (1854-1856). Estanislao Figueras se convierte en uno de los cuatro primeros diputados antidinásticos de España.

Ante la revuelta de Barcelona, el capitán general se encuentra desbordado y acepta el alzamiento popular.


En Barcelona, hay un importante movimiento civil, además de conspiraciones militares. Por esta razón, ante la revuelta del 14 de julio, el capitán general se encuentra desbordado y acepta el alzamiento popular. La Junta está formada por dirigentes populares, políticos progresistas y demócratas republicanos, entre los cuales destaca Estanislao Figueras.

Estanislao Figueras vuelve a España merced al triunfo de la revolución de septiembre de 1868.


En 1867, Estanislao Figueras es condenado a prisión, lo cual motiva su fuga a Portugal, país del que, en la fecha, podrá volver a España merced al triunfo de la revolución de septiembre de 1868, que dará inicio al Sexenio Democrático (1868-1874). A su regreso ingresa en el Partido Federal, liderado por Pi y Margall, y fundará el periódico La Igualdad, desde cuyas páginas defenderá su doctrina federalista.

La bandera cuatribarrada no tiene todavía el sentido político que se le dará más adelante.


Los republicanos federales -los primeros catalanistas para muchos- no asumen la bandera catalana como parte de su iconografía. En el anverso de su «estandarte federal» de 1873, sobre dos triángulos concéntricos está escrito: «Estado catalán» (en castellano), en el triángulo más pequeño se lee «Club de los federalistas» y aparece entre los triángulos el trilema «Libertad, Igualdad, Fraternidad» y debajo «Pacto». En el reverso, simplemente se lee «República-Democrática-Federal». Estos primeros catalanistas obvian la bandera y lengua catalanas para su estandarte, lo cual evidencia que todavía no tiene el sentido político que se le dará más adelante. Por otra parte, «Cent anys de catalanisme», editado por la Generalitat de Catalunya que recoge la proclamación de la I República española en Barcelona, presenta un grabado de este momento en el que entre la multitud no aparece ni una sola bandera catalana y, en cambio, aparecen banderas españolas bicolores que seguirá siendo la bandera de la I República.

El rumor de la inminente abdicación del rey AMADEO I de Saboya ha ganado las calles de Madrid.


En la tarde de este día, el rumor de la inminente abdicación del rey AMADEO I de Saboya ha ganado las calles de Madrid y una multitud de personas preocupadas por el futuro de España acude frente al Congreso. Como las horas pasan sin tener noticia alguna de lo que adentro ocurre, los ánimos van caldeándose y las voces suben de tono, por lo que ESTANISLAO FIGUERAS, destacado político de la minoría federal, que es diputado desde 1869, desde el pretil de una de las ventanas bajas, dice a los impacientes: «Tened confianza en nosotros, porque yo os juro, en nombre de mis compañeros, que los diputados federales saldremos de aquí o con la república federal triunfante, o muertos.» No saldrán ni muertos ni con la república federal triunfante, pero sí con una república.

Percatándose AMADEO del estado de desconcierto y anarquia en España, abdica de forma irrevocable.


En España, el descontento crece de día en día y los gobiernos se hacen cada vez más impopulares. Para remate, el rey AMADEO I ve cómo muchos grandes se manifiestan a favor de la proclamación del príncipe ALFONSO, hermano de CARLOS. Percatándose AMADEO del estado de desconcierto y anarquía y no sintiendo ninguna raíz que le ate a esta nación, a su juicio ingobernable, abdica de forma irrevocable.

Esta pieza también aparece en ... AMADEO I de Saboya (Rey de España) (1871-1873)

Se acepta la abdicación del rey se proclama la I República.


En contra de lo que establece la Constitución de 1869, las dos Cámaras que componen las Cortes -Congreso y Senado- se constituyen en Asamblea Nacional bajo la presidencia de Cristino Martos, aceptan sin más la abdicación del Rey, y declaran que reasumen la soberanía nacional; a continuación, y sin ninguna legitimidad para ello, declaran la «república» (sin concretar más) como forma de gobierno, por 258 votos contra 32 que defienden otras opciones. Se proclama, pues, de inmediato la I República por votación de la Asamblea Nacional en Madrid. La adopción de la forma de gobierno republicana no ha tenido lugar de la forma más coherente, como hubiera sido a través de unas Cortes Constituyentes convocadas al efecto por un Gobierno provisional, sino por un procedimiento que ha pretendido revestir la apariencia de una transición legal, aunque ha sido abiertamente inconstitucional. «El advenimiento de la república -escribirá Pi y Margall, el más destacado de los republicanos federales- no fue una revolución; fue simplemente una transgresión del derecho vigente».

En España se elige «Presidente del Poder Ejecutivo» (jefe de Estado y Gobierno) a Estanislao FIGUERAS.


En el Congreso se elige el primer gobierno de la República, siendo elegido como «Presidente del Poder Ejecutivo» (jefe de Estado y Gobierno), y no «Presidente de la República» pues nunca se llegará a aprobar la nueva Constitución que crea ese cargo, al republicano federal Estanislao FIGUERAS y Moragas, que en su discurso dice que la llegada de la República es como el iris de paz y de concordia de todos los españoles de buena voluntad. Se inicia el que se llamará «Sexenio revolucionario». Estanislao FIGUERAS es uno de los creadores y principal impulsor del partido republicano. Ha participado en todos los intentos, pacíficos o no, que han realizado los republicanos durante los últimos años de las monarquías de Isabel II y de Amadeo I. Hombre, aunque federalista convencido, de talante conciliador y nada dado a extremismos por lo que se explica que haya sido elegido para presidir el gobierno de la recién nacida república, que, consciente de su intrínseca debilidad, no puede tener a una extremista a su frente. FIGUERAS se convierte, así, en el primer jefe de estado que accede a tal cargo por elección en España.