Procedente de una familia acomodada, George WASHINGTON, nacido en la fecha, en Westmoreland (Virginia), se educa en colegios rurales. La temprana muerte de su padre cuando todavía es un niño le hace depender directamente de su hermano mayor. Es en este momento cuando percibe su vocación por el ejército. Existe un famoso mito sobre su juventud: Una vez, taló un cerezo de su padre. Cuando este le preguntó quién lo había hecho, Washington le dio su famosa respuesta: «No puedo decir una mentira; fui yo, papá». Según algunas versiones, su padre no le castigó a causa de su honradez; según otras, su padre admiraba su honradez, pero le castigó de todas formas. En cualquier caso es probable que sea un mito, pero aún es importante dentro de la cultura estadounidense, y la frase «I cannot tell a lie» («No puedo mentir») es ya un cliché, un símbolo de Washington y la honradez con la que actuaron los que fundaron Estados Unidos de América.