En 1717 el abate ALBERONI es investido cardenal por el Papa, lo que contribuye a zanjar antiguas diferencias entre España y Roma. Este curioso personaje que ha conseguido dominar los resortes de la política nacional, y que ha llegado a España como representante del duque de Parma, favoreciendo con su gestión la candidatura de ISABEL, para el segundo matrimonio de FELIPE V, sigue siendo el encargado de Negocios de Parma, y aunque aparentemente no interviene en la política interior española, su influencia en la reina, de la que es consejero, y también en el rey culmina con su nombramiento como primer ministro.
