Bajo el gobierno relativamente moderado de RODOLFO II, los protestantes no reciben un trato demasiado desfavorable. En definitiva RODOLFO II es un erudito a quien se recordará sobre todo por haber protegido al astrónomo alemán Johannes Kepler (1571-1630), que era protestante. Éste fijará las tres leyes de los movimientos planetarios, enunciadas en 1609 y 1619. Demostrará que las órbitas de los planetas (incluida la Tierra) son elipses, con el Sol en el centro. Demostrará cómo la velocidad o movimiento orbital varía al variar la distancia del planeta al Sol, y cómo el período de revolución de cada planeta está vinculado a su distancia media del Sol. Lo anterior significará un enorme perfeccionamiento del esquema trazado por Copérnico tres cuartos de siglo antes. Cuando Kepler elabora las tablas de los movimientos planetarios basadas en sus leyes, les da el nombre de «Tablas rudolfinas» en honor de su patrocinador. Kepler también estudia el recién inventado telescopio, y calcula con detalle su óptica. Al hacerlo funda la moderna ciencia de la óptica.
