El ejército del emir ABDERRAMÁN II derrotan a los vikingos en la batalla de Tablada (Sevilla).


El 11 de noviembre, el ejército del emir ABDERRAMÁN II presenta batalla en Tablada, un poco al sur de Sevilla, derrotando a los vikingos. En su huída tratan de atacar Niebla, el Algarve y Lisboa. La invasión normanda de al-Ándalus en primer lugar, eleva a mitos populares a los generales que han intervenido en la expulsión de los vikingos. En segundo lugar, se hace realidad la vieja reivindicación de la población de Sevilla de rodear la ciudad con una muralla defensiva. En tercer lugar, convence a los emires omeyas de la necesidad de construir a lo largo de las costas puestos de centinela. En cuarto lugar,el gobierno omeya inicia una ardua labor de construcción de una gran flota guerrera. En quinto lugar estas confrontaciones guerreras generan una labor diplomática por parte del gobierno omeya hacia los reinos del Norte. Por último, la derrota de los vikingos supone para ABDERRAMÁN II una importante victoria moral que allana el camino para frenar los intentos de autonomía y de rebelión de los diveros gobernadores de las provincias.