Los donatistas pierden definitivamente su lucha, cuando hace su aparición AGUSTÍN.


Concilio de Hipona (África del Norte). En este concilio, los donatistas que no sólo se oponen a que los lapsos vuelvan a desempeñar funciones eclesiales, sino que terminan por cuestionar el valor de los sacramentos administrados por sacerdotes a los que consideran indignos- pierden definitivamente su lucha, cuando hace su aparición el genio brillantísimo de AGUSTÍN. Un compendio de su doctrina sobre los sacramentos podemos encontrarlo en aquella expresión: «¿Es acaso Pedro quien bautiza? ¡Es Cristo quien bautiza!. ¿Es acaso Judas quien bautiza? ¡Es Cristo quien bautiza!». A pesar de que los donatistas se hallan divididos, no cesan en sus actos de fanatismo y violencia.