DONATO / DONATISTAS

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Concilio de Sinuessa en el que el Papa MARCELINO es acusado de apostasía por los donatistas.


Concilio de Sinuessa en el que el Papa MARCELINO es acusado de apostasía. En efecto, MARCELINO es acusado por los donatistas de haber ofrecido -en mayo de este año- sacrificios e incienso a los dioses paganos y de haber entregado los libros sagrados a las autoridades romanas. Estas acusaciones serán rebatidas por AGUSTÍN de Hipona, pero aunque la historia de su defección se ha puesto en entredicho, las pruebas son bastante convincentes. Documentos fiables tratarán la historia como un hecho constatado, aunque tratarán de presentarlo favorablemente, en especial afirmando de él que se arrepintió de inmediato, se desdijo y murió mártir. Los presbíteros Marcelo, Melquiades y Silvestre -que serán también papas- hacen lo mismo. En los años posteriores, los donatistas utilizarán estos hechos a favor de su tesis.

El “donatismo” y los donatistas condenados por el Concilio de Letrán de 313.


Al fallecer en breve el obispo Mayorino de Cartago, la sucesión recae sobre DONATO que elabora el “donatismo”. Pero DONATO y los donatistas o seguidores de dicho cisma, son condenados por el Concilio celebrado, en la fecha, en el palacio de Letrán (Roma) y promovido por CONSTANTINO. Si esta doctrina -el donatismo- prosperara, el cristianismo quedaría reducido a una secta de unos cuantos “puros” y nadie podría estar seguro de poder asistir al santo Sacrificio de la Misa y de recibir la Sagrada Comunión.

La discusión entre Cecilio y Donato se extiende por toda el África romana.


La discusión entre Cecilio y DONATO ambos contrincantes para ocupar la sede de Cartago, se extiende por toda el África romana. En muchas ciudades se oponen dos obispos rivales. Los donatistas, ya en oposición directa con el emperador, se hacen intérpretes de sentimientos populares y de aspiraciones sociales contrarias a la autoridad constituida. En su afán de arrollarlo todo echan mano de ciertas bandas de ascéticos fanáticos, llamados “circumceliones” (que van de casa en casa), les inyectan su propio fanatismo y les incitan a realizar actos de agitación y violencia, seduciendo y amedrentando a los fieles. (Estas bandas sobrevivirán hasta el siglo V). CONSTANTINO hará que sus tropas desalojen a los donatistas de las iglesias que ocupan. Pero como la paz no llega, el emperador concederá la libertad de culto a todos y dará dinero sólo a los católicos para reconstruir otras iglesias.

Primer concilio de Arlés que rechaza las acusaciones de “traditores” contra FÉLIX y CECILIANO.


Primer concilio de Arlés (La Galia) -promovido por CONSTANTINO. Este concilio -además de autorizar por primera vez la participación de los cristianos en la guerra- proclama nuevamente la tradicional tesis de la iglesia romana: “También los sacramentos conferidos por un ‘traditor’ deben considerarse válidos si se cumplen los requisitos exigidos”. También se trata sobre el donatismo. Posteriormente, el concilio de Nicea (325) también se ocupará de la problemática de los lapsos. El nuevo Papa, SILVESTRE no acude a Arlés, pero se le comunica sus decisiones, lo que supone un reconocimiento de su especial status.

CONSTANTINO hace pesar su mano contra los donatistas y toma contra ellos severas medidas.


CONSTANTINO hace pesar su mano contra los donatistas -defensores de las ideas rechazadas en los concilios de Roma (313) y de Arlés (314)- y toma contra ellos severas medidas. Con todo el cisma no concluye. Es posible que CONSTANTINO aprecie sobre todo en el cristianismo, su universalidad que lo convierte en un elemento aglutinador de su vasto imperio que ve decaer su religión tradicional dividida en multitud de sectas nacionales venidas de los territorios conquistados. Tal vez sea éste el móvil que le lleve a vigilar con un celo casi exagerado las posibles divergencias que se dan en el seno de la Iglesia.

Constantino proclama un edicto de tolerancia permitiendo regresar a los donatistas desterrados.


Otro edicto de CONSTANTINO I del año 321, permite regresar a los donatistas desterrados. En el cuarto de siglo posterior, DONATO, que comparte la opinión de muchos cristianos africanos contrarios a las intervenciones imperiales en la vida de la Iglesia y que sigue viendo al poder político como algo anticristiano y ahora incrustado en el seno de la comunidad cristiana, crea toda una estructura eclesial paralela, convencida de ser la Iglesia pura frente a la relajada y semiapóstata.

Aunque se inicia la persecución contra los donatistas, el movimiento se mantiene fuerte en África.


CONSTANCIO II -arriano- envía a dos funcionarios, Macario y Paulo, para que acaben con el cisma de los donatistas. El movimiento de los donatistas -que ha comenzado a adoptar métodos violentos de acción, como cegar a sus adversarios teológicos- se mantiene fuerte en África, pero apenas si tiene repercusión en las provincias hispano-romanas. Los donatistas forman una iglesia totalmente organizada, con más de 500 obispos, por supuesto la mayoría de ellos pertenecientes a pequeñas sedes. Tienen sus ejércitos privados, los “circunceliones”, que guardan los santuarios de los mártires y salen de tanto en tanto para vengarlos. DONATO es desterrado. También lo es MARCELO de Ancira que finalmente es depuesto y morirá hacia el 374 condenado como hereje.

Parmeniano que es autorizado por JULIANO a regresar del exilio, reorganiza el movimiento donatista.


Parmeniano que es autorizado por JULIANO a regresar del exilio, reorganiza el movimiento donatista y coloca al sector católico en una postura minoritaria y débil de la que sólo saldrá a finales de siglo IV con Aurelio de Cartago y Agustín de Hipona y el apoyo militar del emperador.