JULIANO el Apóstata (César de Occidente 355-360)(Augusto 360-361)(Emperador 361-363)

Total de piezas: 9

Es nombrado césar de Occidente JULIANO, sobrino de Constantino I. Vuelco en la vida de la Iglesia.


JULIANO, hijo de un hermanastro de Constantino el Grande, fue junto a su hermano Galo el único superviviente de la purga que acabó con su rama de la dinastía en 337. Educado como cristiano, en su juventud se inclinó por el paganismo después de haber sido iniciado en los misterios de Atenas. Tras pasar su infancia y juventud apartado del poder, su primo CONSTANCIO II lo nombra César de Occidente en 355, menos de un año después de la ejecución de su hermano, que también ha ostentado la dignidad de César. Constancio le encarga rechazar la invasión germánica de la Galia.

Los francos salios invaden Bélgica, el Rhin inferior y el territorio de los bátavos. Son federados.


Los francos salios invaden el territorio actual de Bélgica, el Rin inferior y el territorio de los bátavos. El emperador JULIANO reconoce su instalación entre el río Mosa y el Escalda y les otorga el estatuto de federados. Esta decisión refuerza la división entre la lengua germana en el norte del territorio y la latina en su zona meridional. Esta división se ve favorecida por la naturaleza pantanosa que prensenta el litoral norte de Bélgica y la despoblación causada por las guerras fronterizas en las que prácticamente ningun centro urbano romano ha florecido. Como resultado, la civilización romana (y por tanto el latín) no se establece en esta zona y permite que sobreviva el idioma germánico de la Edad de Hierro relacionado con el franco, variante que posteriormente evolucionará hasta convertirse en el actual neerlandés.

JULIANO derrota en Estrasburgo a los alamanes y consolida la frontera del Rhin.


JULIANO derrota en Estrasburgo a los alamanes, conducidos por Cnodomar y consolida la frontera del Rin.

Esta pieza también aparece en ... ALAMANES  • ROMA (IMPERIO) (27 aC - 395 dC)

JULIANO es proclamado emperador de Occidente (2/360-3/11/361) por sus tropas


JULIANO es proclamado augusto de Occidente (2/360-3/11/361) por sus tropas, que se niegan a ser transferidas al frente oriental. El emperador CONSTANCIO II abandona la guerra de Persia para volverse contra él. JULIANO se prepara para la guerra civil.

JULIANO -que tenía algunas razones para dudar del valor del cristianismo- abjura del cristianismo.


JULIANO a pesar de sus raíces cristianas, se inicia en los misterios de Eleusis y abjura del cristianismo por el mitraísmo e inicia una lucha encarnizada contra la religión que hasta entonces había parecido practicar. Pero JULIANO no echa mano de la persecución: quiere ser la suya una batalla moral e intelectual. En el fondo pretende que sea la misma Iglesia la que se destruya a sí misma a través de los enfrentamientos de las diferentes facciones, a tal efecto, decide permitir la vuelta a sus sedes de todos los obispos desterrados entre ellos ATANASIO que vuelve a entrar en Alejandría. Por su parte, trata, aunque inutilmente, de combatir personalmente la expansión del triunfante cristianismo, para ello vuelve a abrir los templos paganos, autoriza los sacrificios y excluye a los cristianos de los cargos públicos. JULIANO escribe «Contra los galileos» y «Los césares o El banquete». Por todo ello, se le conoce en la historia por JULIANO el Apóstata.

La repentina muerte de CONSTANCIO II convierte a su primo JULIANO en el legítimo heredero.


CONSTANCIO II muere en el camino cuando se dirige contra JULIANO. Su repentina muerte convierte a su primo JULIANO en el legítimo heredero antes de que se rompan las hostilidades. Por ello es reconocido como emperador en solitario (3/11/361-26/6/363).

Tanda de leyes relacionadas con la riqueza individual y colectiva de la Iglesia.


Durante la década de 360 se decretan una tanda de leyes relacionadas con la riqueza individual y colectiva de la Iglesia, algunas aprobadas bajo el régimen del emperador JULIANO y otras bajo sus sucesores cristianos, que indican que el Estado, al margen de su actitud religiosa, considera que la manipulación clerical de las leyes impositivas, la tendencia cada vez más acentuada de la Iglesia a absorber riquezas deben ser controladas. En ciertos casos las tierras clericales quedan sujetas a un impuesto y a los propios clérigos se les priva de la exención impositiva aplicada a sus ingresos privados. De hecho, en la segunda mitad del siglo IV hallamos por primera vez indicios de protestas públicas contra la riqueza del clero cristiano y el esplendor de sus edificios. «Nuestros muros relucen con oro» -escribe Jerónimo- «y el oro resplandece en nuestros techos y en los capiteles de nuestros pilares; pero Cristo perece a nuestras puertas en la persona de sus pobres, desnudos y hambrientos.» Asimismo, por primera vez, observamos esfuerzos oficiales enderezados a impedir que una proporción demasiado grande de la riqueza colectiva, y especialmente de los bienes raíces, caiga en la mano muerta de la Iglesia.

JULIANO el Apóstata no echa mano de la persecución: quiere ser la suya una batalla moral e intelectual.


El emperador JULIANO el Apóstata para probar que la profecía de Cristo cuando refiriéndose al Templo de Jerusalén dice que «no quedará piedra sobre piedra», es falsa, manda reconstruir el Templo, pero un terremoto destruye todo lo que se ha reconstruido y también lo que queda de la primera construcción. De esta manera, el emperador apóstata en lugar de probar que la profecía de Jesús es falsa, logra que quede confirmada.

Parmeniano que es autorizado por JULIANO a regresar del exilio, reorganiza el movimiento donatista.


Parmeniano que es autorizado por JULIANO a regresar del exilio, reorganiza el movimiento donatista y coloca al sector católico en una postura minoritaria y débil de la que sólo saldrá a finales de siglo IV con Aurelio de Cartago y Agustín de Hipona y el apoyo militar del emperador.