Las tribus germanas en su emigración desde el norte de Europa, están ocupando ya en el siglo III aC, toda la región de Alemania, Países Bajos y la parte occidental de Polonia y Bohemia. Entre los germanos, se distinguen tres grandes grupos desde el punto de vista lingüístico: septentrional (escandinavos y normandos); oriental (godos, burgundios y vándalos) y occidental (francos, alamanes, bávaros, lombardos, anglos y sajones). La tribu es la célula fundamental de estas gentes, formada por familias patriarcales más o menos emparentadas. Un grupo de estas tribus aliadas, solidarias entre sí, constituyen lo que se ha llamado un pueblo germánico.

Cuando las legiones de Mesia proclaman Emperador a EMILIANO (253) frente a TREBONIANO Galo, este último pide ayuda a Valeriano, jefe de las fuerzas de la frontera del Rin. Las luchas entre romanos, dejan sin vigilancia la frontera renana y grupos de germanos, francos y alamanes, aprovechan para cruzarla. Los alamanes lo hacen por Mannheim y penetran en Renania y Palatinado, y los francos asolan la región de Metz, Reims y hasta París, siendo controlados en La Galia hacia el 254.

Los francos que comprenden un conjunto de tribus germánicas divididas principalmente en dos grupos, “ripuarios” y “salios”, en el siglo III se encuentran, los primeros asentados en la zona más allá de la derecha del Rin y los segundos, estableciéndose momentáneamente en la zona actual de los Países Bajos, principalmente en el valle inferior del Rin. Los francos salios absorben a los bátavos que viven en la zona enfrentados a los romanos desde mediados del siglo primero. Los frisones están asentados más al Norte. El emperador GALIENO resiste la avalancha germana manteniendo a los francos en la orilla del Rin. Poco a poco irá aumentando la presión de los pueblos germanos sobre el “limes” o frontera romana.

Todas las noticias y hazañas sobre los movimientos de los francos u “hombres libres” son bastante confusas, y los datos más precisos nos los suministra la toponimia, que indica el avance de las tribus y su expansión. Los francos, a finales del S.III están ya “federados” a Roma, y como tales deben defender al imperio del paso por el Rin de otros pueblos bárbaros. De entre todos los pueblos germánicos los francos son los más adictos a Roma. A pesar de ello, al ser de carácter indómito y guerrero, en muchas ocasiones tendrán que ser reprimidos, haciéndoles volver a sus antiguos territorios. (Parece que es entonces cuando aparece por primera vez el nombre de “Países bajos” para la zona Holanda)

Nuevas incursiones de alamanes y francos que invaden las Galias. Un ejército de 35.000 hombres se establece entre el Rin y el Mosela y avanza hasta Troyes, Sens y Autun, en la Galia.

Los francos salios invaden el territorio actual de Bélgica, el Rin inferior y el territorio de los bátavos. El emperador JULIANO reconoce su instalación entre el río Mosa y el Escalda y les otorga el estatuto de federados. Esta decisión refuerza la división entre la lengua germana en el norte del territorio y la latina en su zona meridional. Esta división se ve favorecida por la naturaleza pantanosa que prensenta el litoral norte de Bélgica y la despoblación causada por las guerras fronterizas en las que prácticamente ningun centro urbano romano ha florecido. Como resultado, la civilización romana (y por tanto el latín) no se establece en esta zona y permite que sobreviva el idioma germánico de la Edad de Hierro relacionado con el franco, variante que posteriormente evolucionará hasta convertirse en el actual neerlandés.

Los frisones se establecen definitivamente en la zona alta de los ríos y los francos, en el siglo V, ocupan ampliamente toda la parte sur del territorio actual de los Países Bajos.

Los francos, los burgundios y los visigodos olvidan sus enemistades con los romanos y se alían para luchar contra el enemigo mortal de Europa: ATILA, rey de los hunos. Los visigodos han acudido a la batalla en los Campos Cataláunicos, con su anciano rey TEODORICO I a la cabeza uniéndose a AECIO, el mismo general romano que 30 años antes había reclutado a los hunos y que ahora es el hombre fuerte de una Roma regida por VALENTINIANO III. Entre los muertos se cuenta al propio TEODORICO I. Los visigodos en pleno combate, proclaman a su hijo TURISMUNDO nuevo rey (451-453). Esta batalla, junto a la de Poitiers tres siglos más tarde, contra los musulmanes, se considera en la Historia de Europa como una de las más decisivas para la supervivencia de un modo de vida “occidental” que es el que todavía impregna nuestras naciones. Por otra parte, es la última gran victoria de las armas romanas occidentales. (Los Campos Cataláunicos se encuentran a unos 150 km al este de París)