IMPERIO ROMANO DE OCCIDENTE. (395-476).

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Muere el emperador romano TEODOSIO I el Grande. El imperio queda dividido en Occidente y Oriente.


Muere el emperador romano TEODOSIO I el Grande. Occidente, con centro en Milán, pasa al hijo de Teodosio, HONORIO, de 10 años (395-423), a quién le deja a Estilicón como consejero, un general experimentado, y Oriente, con capital en Constantinopla, pasa a su otro hijo ARCADIO, de 18 años (395-408), siendo éste aconsejado sucesivamente por Rufino, Eutropio y finalmente, a partir de 399, se impondrá la emperatriz EUDOXIA. Esta división del Imperio romano obedece a la actualidad de cada mitad: Occidente sumida en un caos y con invasiones muy importantes, y Oriente con mas reservas humanas, mayor fuerza productiva y con cierta estabilidad institucional. Por tanto, en lo sucesivo deberemos referirnos al «Imperio romano de Occidente» y al «Imperio romano de Oriente o Bizantino». El Imperio romano de Oriente comprende toda Grecia y la región del Egeo y se caracteriza por el sincretismo de la cultura helénica, influencias orientales del Oriente Próximo y cristianismo.

ALARICO el Godo, valiéndose de su posición y su fuerza, firma un tratado con el emperador de Oriente.


ALARICO el Godo, valiéndose de su posición y su fuerza, firma un tratado con el emperador de Oriente, ARCADIO, por el cual se convierte en vicerregente de la península de los Balcanes que ha sido agregada recientemente al Imperio romano de Oriente. De hecho, cada mitad del Imperio romano está tan enemistada con la otra, que celebra que su rival sea destruida por las incursiones de las tribus. El Imperio romano de Oriente se libra de ALARICO y sus visigodos animándoles a que se dirijan a la parte occidental. Así, ALARICO guiado por su poder y cegado por la ambición, emprende en el año 398 el camino de Italia.

Aparecen en Iliria los visigodos. Los ostrogodos siguen en el sur del Danubibio.


Aparecen en Iliria los visigodos de ALARICO. Los ostrogodos siguen en el sur del Danubio. Mientras tanto, a pesar de ello, en el año 400 un observador superficial advierte que el Imperio, con todas sus guerras civiles, las invasiones de tribus y los ataques persas, permanece intacto y, al parecer, tan fuerte como siempre. Pero ésta es la fachada. Como suele suceder con frecuencia, el exterior sigue presentando buen aspecto mucho después de que el interior se haya consumido.

Esta pieza también aparece en ... ALARICO I (Rey visigodo)(395-410)

Ante la amenaza de ALARICO, sale a su encuentro ESTILICÓN que ejerce el poder en nombre HONORIO.


Parece lógico que invasores procedentes del este ataquen en primer lugar a la parte oriental. Sin embargo, los sucesivos contingentes de visigodos, hunos y ostrogodos serán desviados a Occidente, y Constantinopla seguirá siendo capital del Imperio por mil años más. Así, pues, ante la amenaza de ALARICO, sale a su encuentro ESTILICÓN que ejerce el poder como regente del débil HONORIO. (ESTILICÓN es un vándalo, es decir también germano que se convertirá en el suegro de HONORIO). Parece que el ambicioso ESTILICÓN está a punto de apoyarse en ALARICO para asegurarse el control de Iliria, pero al fin se enfrentan.

El papa ANASTASIO I convoca un sinodo en el que se condena las desviaciones doctrinales de Orígenes.


A petición de TEÓFILO, patriarca de Alejandría, el papa ANASTASIO I convoca un sinodo, para la fecha, en el que se condena las desviaciones doctrinales de Orígenes. Parece que en la decisión de la condena por parte de TEÓFILO, pesa más la conveniencia táctica que la preocupación teológica o pastoral, puesto que aprovecha -con esta excusa- para desencadenar una persecución contra los monjes o «hermanos largos» de Nitria (Dióscoro, Ammón, Eusebio y Eutimio). Por otra parte, al igual que su antecesor Siricio, ANASTASIO I mantiene unas relaciones especiales con el obispo de Tesalónica para evitar que la Iliria oriental caiga bajo la influencia de Constantinopla.

ALARICO, rey de los visigodos, habiendo irrumpido en Italia en el año 400, invade el N. de la península.


ALARICO, rey de los visigodos, habiendo irrumpido en Italia en el año 400, invade el N. de la península. ESTILICÓN derrota a ALARICO en Pollentia (Piamonte), al norte de Italia. ESTILICÓN acuerda con ALARICO que los visigodos se retirarán a sus tierras por unos años. La lucha para evitar esta invasión de Italia por los visigodos, ha absorbido los limitados recursos del Imperio romano de Occidente, y ello hace que otras tribus obtengan ventaja de la situación. Un grupo de suevos y vándalos, cruza los Alpes e invade la península. ESTILICÓN los derrota y expulsa, lo que deja exhaustos a los romanos. Está claro que Italia no se halla a salvo y HONORIO traslada a continuación su capital a Rávena, cerca de la costa adriática. Está rodeada de marismas y resulta fácil de defender.

Rávena se convierte en la capital del Imperio romano de Occidente.


En 402 Rávena se convierte en la capital del Imperio romano de Occidente, pues el emperador HONORIO traslada aquí la corte imperial. El traslado se hace, ante todo, con finalidades defensivas: Rávena está rodeada de ciénagas y pantanos y tiene fácil acceso a las fuerzas imperiales del Imperio romano de Oriente.

El año 402, los godos invadirán Italia, y obligarán a los emperadores a trasladarse a Rávena.


La división del Imperio romano en dos mitades, a la muerte de Teodosio (395), no pone fin a los problemas, sobre todo en la parte occidental. Burgundios, Alanos, Suevos y Vándalos campan a sus anchas por el Imperio. Los dominios occidentales de Roma quedan reducidos a Italia y una estrecha franja al sur de la Galia. Los sucesores de Honorio serán monarcas títeres, niños manejados a su antojo por los fuertes generales bárbaros, los únicos capaces de controlar a las tropas, formadas ya mayoritariamente por extranjeros. El año 402, los godos invadirán Italia, y obligarán a los emperadores a trasladarse a Rávena. Mientras el emperador permanecerá, impotente, recluido en esta ciudad portuaria del norte, contemplando cómo su imperio se desmorona, los godos saquearán y quemarán las ciudades de Italia a su antojo. Se vislumbra el final del Imperio…

AGUSTÍN se opone al emperador HONORIO cuando éste amenaza a los donatistas con la pena de muerte.


Los católicos reúnen un nuevo sínodo en Cartago y solicitan al emperador HONORIO que los donatistas sean declarados fuera de la ley y castigados conforme a los decretos promulgados por Teodosio el Grande contra los herejes. AGUSTÍN no desea tener que recurrir a la autoridad civil; pero finalmente tiene que ceder en vista de la terrible obstinación de los donatistas y basándose en aquel pasaje evangélico de la parábola del rey con respecto a sus invitados al banquete divino (que simboliza la entrada de los fieles a la Iglesia): «Obliga a la gente a entrar para que se llene mi casa» (Lc 14;23). Pero se opondrá resueltamente al emperador HONORIO cuando éste, mediante un edicto de 405, amenace a los donatistas con la pena de muerte.

HONORIO y ESTILICÓN van a Roma para celebrar su triunfo.


HONORIO y ESTILICÓN van a Roma para celebrar su triunfo. Es famosa esta celebración por ser la última en que se dan en espectáculo los combates de gladiadores. Los cristianos protestan y hasta un monje llamado Telémaco muere apedreado por la turba cuando trata de separar a los contendientes en la arena. Este incidente acaba de decidir a HONORIO que publica un edicto en el que prohibe para siempre los juegos gladiatorios.