PEDRO el Ceremonioso lucha contra los nobles defensores del «Privilegio de la Unión». Los nobles con la ayuda de algunos grandes concejos se enfrentan a PEDRO en una batalla en la villa de Épila (Zaragoza); ayudaban al rey los concejos y grandes villas de la Extremadura aragonesa, aquellas tierras donde la nobleza apenas existe. Y el rey gana la batalla. Después, en el refectorio del convento de Predicadores de Zaragoza, PEDRO IV rasga el documento que contiene el texto de los Privilegios de la Unión con su propio cuchillo, el «punyalet». Y dice alguna crónica que lo ha hecho con tal vehemencia que se ha producido un pequeño corte en una mano, y que ha quemado los pedazos rotos en un pebetero. El privilegio es abolido. Todo ello contribuye a provocar la crisis de la Corona de Aragón. A este rey se le conoce también, por ello, con el nombre de «Pedro el del punyalet», por haber rasgado con su puñal el Privilegio de la Unión».
