URBANO VIII condena el jansenismo. Esta herejía toma el nombre del Obispo de Yprés, CorneÍio Jansenio.


El Papa URBANO VIII condena el jansenismo. Esta herejía toma el nombre del Obispo de Yprés, CorneÍio Jansenio, quien tal vez nunca ha sido consciente de que su libro «Augustinus» contiene serios errores teológicos, aunque no deja de ser sospechoso que no haya querido publicarlo en vida. El jansenismo ha sido llamado «calvinismo católico» y descrito como «la doctrina de San Agustín vista a través de Calvino». Encontramos en él, una vez más, la idea de la absoluta depravación del hombre y de la impotencia de la voluntad humana para obrar el bien, unida a la convicción de que Cristo no ha muerto para salvarnos a todos. El Concilio de Trento ha estimulado la práctica de la comunión frecuente, pero Jansenio enseña que es una recompensa para los justos, no medicina para los pecadores. Es una doctrina rígida y pesimista que el Santo Oficio ha condenado ya en 1641. Pero los jansenistas no se someterán y la herejía revivirá a comienzos del siglo XVIII, extinguiéndose casi por completo tras la muerte de su último epígono, el Cardenal de Noailles.