Ya en su lecho de muerte, JUAN XXII se retracta de su afirmación, dicha el 1.11.1331 en la Catedral de Aviñón.


Fallece el papa JUAN XXII. Ya en su lecho de muerte se retracta de su afirmación, dicha el 1.11.1331 en la Catedral de Aviñón, expresando que la había dicho a título personal y diciendo: «Confieso y creo que las almas, separadas del cuerpo y purificadas, están en el cielo con Jesucristo y con los ángeles, ven a Dios y la divina Esencia claramente y cara a cara. Si alguna vez he predicado, dicho o escrito lo contrario, lo revoco expresamente». Fallece al parecer asesinado por un marido que lo ha sorprendido en el lecho de su mujer. Otra versión dice que muere de apoplejía en pleno acto sexual. La pugna entre LUIS IV de Baviera y JUAN XXII que termina sin vencedores ni vencidos, servirá para poner de manifiesto la progresiva autonomía del poder imperial germánico con respecto a los pontífices. Al papa Juan XXII se debe la institución del Tribunal de la Sagrada Rota y de la fiesta de la Santísima Trinidad. Las profecías de San Malaquías se refieren a este papa como De surore osseo (Del zapatero de Ossa), cita que hace referencia al oficio de su padre y a que en un principio se le consideró erróneamente miembro de la familia Heusse (Ossa).