Los reyes de Portugal otorgaron a Juana la Beltraneja morada en el castillo de san Jorge (Lisboa).


JUANA la Beltraneja, la religiosa de Coimbra, como complacían en llamarla los castellanos desde que tomó el velo; la excelente señora, como decían los portugueses, salía con frecuencia del convento. Finalmente los reyes de Portugal le otorgaron morada en el castillo de san Jorge (Lisboa), y vivía con gran aparato, protegida por los reyes de Portugal, los cuales insinuaron más de una vez que podían dar nueva vida a los derechos de la infortunada princesa. Ésta, hasta el fin de sus días, firmó con las palabras «Yo la reina». Poco antes de morirse, en el año 1530, testó sus derechos a la corona de Castilla a favor del rey JUAN III de Portugal. Sus restos mortales se hallan actualmente desaparecidos, (como consecuencia del terremoto de Lisboa) por lo que resulta imposible la realización de una muestra de su ADN para demostrar su ascendencia.