En 1714, la reina ANA de Inglaterra concede una patente para una máquina de escribir al inventor Henry Mill. No obstante, el primer prototipo conocido (el «címbal escrivent» de Giuseppe Ravizza) data de 1837. Hasta 1874 no aparecerá una máquina de escribir con auténtico éxito comercial. Se tratará de una Remington, que será el resultado de la evolución de una máquina diseñada en EEUU. Por Cristopher Sholes en 1867. A mediados de la década de los 1930, saldrá al mercado la primera máquina de escribir eléctrica.
