NICÉFORO II FOCAS es abandonado por su esposa Teófano y asesinado por una conspiración .


Debido al cuidado que presta al perfecto mantenimiento del Ejército, NICÉFORO II FOCAS se ve obligado a economizar en otros departamentos. Reduce considerablemente la munificencia imperial y recorta las exenciones del clero, además de prohibir la fundación de nuevos monasterios, a pesar de que él mismo sea una persona de carácter muy religioso. Debido al aumento de los impuestos y a la depreciación de la moneda bizantina, su popularidad se ve seriamente mermada, y se producen varias revueltas. Por último, es abandonado por su esposa Teófano Anastaso y asesinado en su propia estancia por una conspiración urdida por su esposa de acuerdo con su sobrino Juan TZIMISCES.