La inestabilidad de la ocupación en la Baja Navarra hace que CARLOS I renuncie definitivamente a ella.


La inestabilidad de la ocupación en la Baja Navarra hace que CARLOS I renuncie definitivamente a ella, retirándose definitivamente para 1530. En esta parte del reino de Navarra continuará la dinastía Albret-Foix que entroncará con la de Borbón, quienes llegarán a reinar en Francia y aunque sus dominios en el Bearne serán mayores que los de Navarra, estos territorios navarros les conferírán la dignidad real, y muy celosamente sus sucesores la conservarán separada, aún después de acceder al trono de Francia y llevarán la titulación de reyes de Francia y Navarra. ENRIQUE II ocupa el trono de la Baja Navarra (1530-1555). Ante la renuncia de CARLOS I, ENRIQUE II reinará en Baja Navarra bajo la influencia del poderoso Reino de Francia.