Johann GUTENBERG idea en Maguncia (en las regiones centrales del imperio) la técnica de imprimir mediante el uso de tipos móviles. Los mismos tipos, representando diversas letras, pueden ser empleados una y otra vez, indefinidamente, para imprimir numerosos libros con mucha mayor rapidez que si se copiaran a mano. Los chinos han desarrollado esta técnica antes que los europeos, y cabe que en tiempo de los mongoles hubieran llegado a Europa noticias de su existencia. Pero si el concepto no es originario de Europa, es en este continente donde ha tenido una aplicación más amplia. Ello no se debe a que los europeos sean más inteligentes o ingeniosos que los chinos (podría incluso argumentarse lo contrario), sino porque los europeos disponen de alfabeto y los chinos carecen de él. Unos pocos símbolos bastan en Europa, de modo que es posible la adopción de tipos móviles. GUTENBERG forma sociedad con Johann Fust, quien le da un préstamo y con el que, en 1449, publica el «Misal de Constanza», primer libro tipográfico del mundo.
