Johann GUTENBERG idea en Maguncia (en las regiones centrales del imperio) la técnica de imprimir mediante el uso de tipos móviles. Los mismos tipos, representando diversas letras, pueden ser empleados una y otra vez, indefinidamente, para imprimir numerosos libros con mucha mayor rapidez que si se copiaran a mano. Los chinos han desarrollado esta técnica antes que los europeos, y cabe que en tiempo de los mongoles hubieran llegado a Europa noticias de su existencia. Pero si el concepto no es originario de Europa, es en este continente donde ha tenido una aplicación más amplia. Ello no se debe a que los europeos sean más inteligentes o ingeniosos que los chinos (podría incluso argumentarse lo contrario), sino porque los europeos disponen de alfabeto y los chinos carecen de él. Unos pocos símbolos bastan en Europa, de modo que es posible la adopción de tipos móviles. GUTENBERG forma sociedad con Johann Fust, quien le da un préstamo y con el que, en 1449, publica el «Misal de Constanza», primer libro tipográfico del mundo.

En 1454, GUTENBERG inicia la edición de una Biblia a dos columnas, con 42 lineas de texto latino por página conocida como Biblia de Gutenberg. Produce 300 ejemplares de 1.282 páginas. Las Biblias de Gutenberg que hoy se conservan son increíblemente valiosas.

Fallece en la ciudad de Maguncia (Renania-Palatinado), Johannes Gensfleich, más conocido como GUTENBERG, y considerado el inventor de la imprenta de caracteres móviles. Ha nacido en 1398. La imprenta cambiará de tal manera el mundo, que marca la transición de la Edad Media a la Moderna, junto con la caída de Constantinopla, el final de la guerra de los cien años y el descubrimiento de América, acontecimientos todos que se han producido por estos años. Pero puede darse por seguro que la imprenta es el más fundamental de todos esos cambios.

Llegan a Valencia los alemanes LAMBERT PALMART y JACOBO VIZLAND. Palmart se traslada a Valencia para dirigir el taller de imprenta del comerciante alemán Jacobo Vitzlán, que representa a la familia de los Ravensburg. De este taller se hace cargo como maestro impresor, que en el año 1474 se imprime uno de los primeros incunables españoles «Les Trobes en lahors de la Verge Maria», considerado como el primer libro literario impreso en España. Valencia se convierte, por ello, en la primera ciudad española que cuenta con la imprenta. Esta innovación intensifica la influencia de las ideas renacentistas, que se difundirán prematuramente en la ciudad como consecuencia de los intensos contactos que mantenía con Italia. También se convertirá en un vehículo adicional de difusión, no sólo del humanismo italiano, sino también de las ideas que procedían del resto de Europa, entre las que destaca el erasmismo. No obstante, la presión inquisitorial forzará al principal representante de esta corriente, Luis Vives, a ejercer la mayor parte de su actividad en los Países Bajos debido a su ascendencia judeoconversa.

La imprenta se difunde en Catalunya durante el último tercio del siglo XV, de la mano de impresores alemanes. El incunable más antiguo fechado en Barcelona es de 1475, aunque previamente podría haberse publicado alguna obra sin fecha. También en el siglo XV trabajan impresores en Tortosa, Tarragona, Girona, Montserrat i Perpinyà. Se distingue al editor, muchos de los cuales son en una primera fase conversos, y el impresor. Los impresores catalanes tendrán que competir con las grandes imprentas y ferias de Venecia y Lyon, donde ya en el siglo XVI se estamparán libros por encargo de editores de Catalunya. Desde mediados de siglo XVI se generalizarán, también, los romances de ciego impresos y otros folletones de medidas reducidas.

Se publica en Valencia, en la imprenta valenciana del alemán Nicolau Spindeler, los 715 ejemplares que constituyen la primera edición de la versión íntegra del libro de caballerías “Tirant lo Blanc”. En el siglo XV, la desaparición de la guerra de caballería, a causa de la extensión de la artillería i la infantería, coincide con su idealización a través de la literatura. Dentro del género de caballería o caballeresco, extendido por toda Europa, “Tirant lo Blanc” destaca per la agilidad narrativa y, sobre todo, por la profundidad psicológica de los personajes y de los diálogos y por el realismo del argumento, hasta el punto que será considerado el origen de la novela contemporánea. Escrita por el valenciano Joanot Martorell, pero acabada por Martí Joan de Galba, será objeto de numerosísimas ediciones y traducciones. El personaje de este libro está inspirado en la vida de Roger de Flor, muerto en 1305, jefe de los almogávares en sus batallas contra los turcos en tierras de Bizancio y está basado en la “Crónica” de RAMON Muntaner que ha formado parte de la expedición.

Se llama incunable (del latín incunabulae, en la cuna) a todo libro impreso durante el siglo XV. Concretamente, antes del domingo de Pascua de 1501, pues en esa época se hacía comenzar el año en este día. Fue posiblemente Cornelius Beughem quien empleó la palabra por primera vez, en su Incunabula typographiae (1688). En dicho período la industria tipográfica todavía no se había especializado: el impresor era dueño y manipulador de la prensa, fundidor de tipos, fabricante del papel, encuadernador, editor y librero. Era artesano, artista y erudito. Algunos de ellos dejaban una “marca de agua” en el papel que fabricaban, de esa manera sabemos quién la editó; pero hay muchos que carecían de firma y fecha, aunque hoy en día, estudios científicos que analizan los tipos de fundición utilizados, han ayudado a catalogar la mayoría de las ediciones existentes. Son documentos históricos que, por primera vez, pusieron la cultura al alcance de todos. Los incunables proceden de 1.200 imprentas, distribuidas entre 260 ciudades, con un lanzamiento aproximado de nueve millones de ejemplares de 35.000 obras distintas.

La Iglesia es atacada, desde el punto de vista intelectual, ?por los estudios humanistas de autores de la antigüedad clásica que se extienden desde Italia septentrional. Nicolás de Cusa propone una teoría heliocéntrica de la astronomía que socava la aceptada visión bíblica de la creación. Los autores humanistas como Conradus Celtes, Willibald Pirkheimer, Johannes Reuchlin y Erasmo de Rotterdam propugnan la pureza lingüística en el estudio bíblico y de otros textos, y satirizan los abusos cometidos por la jerarquía eclesiástica. La invención de la imprenta por Johann GUTENBERG hace posible editar biblias, otros libros y panfletos en gran cantidad y a bajo coste. En consecuencia, los nuevos ?conocimientos pueden llegar a más gente, lo que prepara el terreno intelectual para la Reforma.

En 1641, un fraile seráfico del Cid, fabrica en El Salvador una imprenta de madera, con caracteres móviles del mismo material y en ella imprime un opúsculo, intitulado “El puntero apuntado con apuntes breves”. Esta será la primera imprenta hecha en América y ese el primer libro impreso en centroamérica.

Por estas fechas, el autor francés Víctor Hugo calificará el invento de GUTENBERG del “mayor acontecimiento de la historia mundial”.