SULAYMÁN es ejecutado. ALI BEN HAMUD al-Nasir, sexto califa del Califato de Córdoba.


Para aplacar a las distintas etnias que dominan el califato, árabes, beréberes y eslavos, SULAYMAN inicia una política de concesión de cuotas de poder a las principales familias que realmente eran las que dominaban las distintas provincias quedando el poder real de SULAYMAN localizado exclusivamente en Córdoba. Con esta medida, en la que puede verse el germen de los futuros reinos de taifas, SULAYMAN no logra el objetivo perseguido. De hecho, ALÍ BEN HAMUD que ha sido nombrado gobernador de Ceuta por el califa SULAYMAN, dentro de su línea política de distribuir el gobierno del califato entre las distintas familias con influencia para así acabar con la anarquía en que se hallaba sumido el reino, pronto fija su objetivo político en hacerse nombrar califa, para lo cual no duda en presentarse como descendiente directo de Alí, el yerno de Mahoma. Tras desembarcar en Algeciras y apoderarse de Málaga, se dirige a Córdoba, conquistándola el 1 de julio de 1016. Tras decapitar a SULAYMAN, ALÍ BEN HAMUD se proclama califa adoptando el título de al-Nasir. Será el sexto califa del Califato de Córdoba.