El Acta de Unión, un acuerdo con Dinamarca firmado el 1 de diciembre de 1918 y válido durante 25 años, le brindó a Islandia el reconocimiento como un Estado plenamente soberano en una unión personal con el rey de Dinamarca. El estatus que alcanzó Islandia es similar al de los países que pertenecen a la Commonwealth británica, cuyo soberano es el monarca del Reino Unido. El gobierno de Islandia tomó el control de sus asuntos exteriores y estableció una embajada en Copenhague. Sin embargo, pidió que Dinamarca aplicase una política exterior islandesa con los demás países. A partir de entonces, las embajadas danesas alrededor del mundo mostraron dos escudos de armas y dos banderas: del Reino de Dinamarca y de Islandia. Dinamarca, con el Acta de Unión, reconoce la independencia de Islandia que ha estado bajo el dominio danés desde 1380. Sin embargo, su política exterior aún quedará bajo el control de Copenhague y sólo conseguirá la independencia absoluta en 1944.
