En Irlanda, COMGALL funda la abadía de Bangor, a la entrada de la bahía de Belfast. COMGALL pertenece a lo que se conoce como la Segunda Orden de Santos Irlandeses. Estos florecen en la Iglesia Irlandesa durante el siglo sexto. Fueron los fundadores de las grandes escuelas monásticas irlandesas, y contribuyeron en gran medida a difundir el monasticismo en la Iglesia Irlandesa. La principal resistencia contra la restauración de la unidad cristiana en Occidente bajo la dirección romana viene del monaquismo irlandés. Única forma de organización religiosa en la isla, el monacato conoce un considerable desarrollo, apoyado por una cultura tan intensa como la fe, pero también en un particularismo relativo al dogma y la liturgia. En efecto, Irlanda es el único lugar de Occidente donde se conoce el griego. Animados por un ardiente espíritu misionero, los monjes irlandeses se extenderán por todo occidente, en Escocia, en Galia y finalmente en Inglaterra, donde tropezarán con los enviados de Roma.
