Fallece ARNULFO abad del Monasterio de Ripoll -que también es obispo de Girona-. Este abad, había emprendido la obra de un nuevo albergue monacal, construido el claustro y también el molino de agua para el consumo de los monjes y también para regar los huertos interiores mediante una acequia que, ochocientos años después, servirá para crear la primera industria textil de Ripoll, primera piedra de las industrias de este ramo que hoy se extienden por la comarca. ARNULFO quiere construir una nueva basilica pero la muerte trunca su propósito.
