Barcelona -en la fecha- es tomada a los musulmanes después de un asedio de siete meses, por LUIS I el Piadoso, el Conde Guillermo de Tolosa y el Conde Rostany de Girona. Tras la conquista de Barcelona por los francos, se estabiliza la frontera de la Marca Hispánica en el eje Llobregat – Cardener – Segre mitjà – Conca de Tremp (Garraf, Montserrat i el Montsec). Queda establecida la «Catalunya Vella», (con una frontera que limita con lo que al cabo de los siglos será «Catalunya nova», que aún permane­cerá dominada por los musulmanes varios siglos).  Parece ser que la idea inicial era que la Marca Hispánica comprendiera toda la zona pirenaica hispana hasta el Ebro, enlazando por el norte con el reino cristiano de Asturias. Pero lo cierto es que la reconquista franca queda paralizada tras la conquista de Barcelona. Al norte y al este se extienden las tierras conquistadas por los francos. Al sur y al oeste, el dominio musulmán. \”Francos\” serán para los hispanos, los habitantes de aquellas tierras y, por otra parte, todas las fuentes francas se refieren a estos hombres como «hispanos». Los Pirineos desaparecerán prácticamente como límites hasta 1653. CARLOMAGNO otorga a sus habitantes una amplia carta de libertades. BERÀ, noble de origen godo, que ya es conde de Rosselló, recibe de LUIS I el Piadoso, rey de Aquitania, el gobierno de la ciudad de Barcelona con el título de Conde de Barcelona (801-820).

Durante estos años, se producen diversas razzias o intentos por parte de las fuerzas del Emirato de recuperar los territorios perdidos en el nordeste de Hispania, y así -en la fecha- se produce un ataque contra Barcelona que es resistido por BERÀ, conde de Barcelona.

En 817 el conde BERA es nombrado “Marchio” (Marqués) de la Marca, con lo cual el condado de Barcelona empieza a adquirir cierta importancia sobre los demás. El territorio ganado a los musulmanes se configura como la Marca Hispánica en contraposición a la Marca Superior andalusí y va de Pamplona hasta Barcelona. Este territorio se divide en condados. De todos ellos, los que alcanzarán mayor protagonismo serán: Pamplona, Aragón, Urgel y el condado de Barcelona, que con el tiempo se convertirá en hegemónico sobre sus vecinos, los de Ausona y Girona. Todos los demás serán de menor relevancia histórica. En toda esta área territorial los árabes han dominado un máximo de ochenta años; en algunas de estas zonas, como la alta montaña pirenaica, la presencia musulmana ha sido prácticamente nula, en esta primera fase de la Reconquista los árabes han sido totalmente expulsados, la población autóctona no se ha mezclado con la musulmana y los invasores han sido tolerantes con su religión, usos y costumbres. Por ello cabe deducir que su población autóctona es una de las más genuinas de la etnia hispana.

La actitud pacifista de BERÀ, conde de Barcelona, es aprovechada por los francos para acusarlo de traidor, motivo por el cual es condenado a la pérdida del cargo y al exilio en Rouen. Desde entonces, los emperadores carolingios, desconfiando de los godos y de sus posibles deseos de emancipación del Imperio, nombran nobles de origen franco como condes de las tierras de la Marca Hispánica. Así: RAMPÓ (820-826) es nombrado Conde de Barcelona

Los Anales imperiales mencionan expresamente la denominación de Marca Hispánica por primera vez en 821, pero siempre con el sentido de “frontera” y no de territorio organizado. Siempre se habla de marqueses, condes, etc., en plural, lo que supone la negación de la existencia de un solo jefe para el territorio.

BERNAT de Septimania, noble de origen franco, es nombrado Conde de Barcelona (1ª vez) (826-832)

Durante estos años, siguen las razzias o intentos por parte de las fuerzas de al-Ándalus de recuperar los territorios perdidos en el nordeste de Hispania, y así -en la fecha- se produce un ataque contra Barcelona y otro contra Girona que son repelidos con mayor o menor fortuna.

BERENGUER de Tolosa, noble de origen franco, es nombrado Conde de Barcelona (832-835)

BERNAT de Septimania, noble de origen franco, es nombrado Conde de Barcelona (2ª vez) (835-844)

La política de nombrar condes de origen franco para reforzar el dominio carolingio en la Marca Hispánica, acaba en fracaso ya que estos condes se preocupan más de participar en las luchas internas del Imperio. Así, pues, los emperadores carolingios vuelven a encomendar el gobierno a condes indígenas. SUNIFREDO I conde de Urgell-Cerdanya es nombrado -en la fecha- por el nuevo monarca CARLOS II el Calvo, frente a la traición de BERNAT de Septimania, conde de Barcelona, Girona, Narbona y otros condados de Septimania (844-848). Parece que como premio a su fidelidad, además recibe el título de Marqués. Se casará con ERMESSENDA. BERNAT es ejecutado, en la fecha, por orden de CARLOS II.