Batalla de Pontós. Los ejércitos españoles obligan a retroceder a los franceses al otro lado de los Pirineos.


El nuevo Capitán General de Catalunya, José URRUTIA, hace una gran labor de reorganización. Bajo su mando se logra parar el avance francés en la línea del Fluviá, que no puede pasar el enemigo, a pesar de sus intentos. Los ejércitos españoles, reforzados con Somatenes y Migueletes catalanes, ambos cuerpos formados por voluntarios, logran finalmente vencer a los franceses en las últimas batallas desarrolladas en el Fluviá, principalmente -en la fecha- en la gran batalla de Pontós, donde son destrozados por los incansables somatenes ampurdaneses, que les obligan a retroceder y a repasar de nuevo los Pirineos, pero esta vez hacia Francia.