Los príncipes eligen a CONRADO III, que será el primer emperador de la casa Hohenstaufen.


A la muerte de Lotario II, emperador del SIRG, los príncipes anulan a su poderoso hijastro y heredero «güelfo» (aliado del Papa), ENRIQUE el Soberbio, señor de Baviera y Sajonia. En su lugar, eligen como emperador a CONRADO III (1138-1152), que es «gibelino» (pone el imperio por delante del Papa) duque de Suabia y sobrino de ENRIQUE V. No obstante, habrá de reconocer a los «güelfos» el dominio de Sajonia y de Baviera. Uno de los castillos de CONRADO III en Suabia se llama Staufen, y de ahí que CONRADO III sea el primer emperador de la casa Hohenstaufen. La elección de CONRADO III resulta perjudicial para el papado, ya que sus grandes defensores son los de Baviera «güelfos», en tanto los Hohenstaufen «gibelinos» ponen al imperio por delante de Roma. Así, pues, la guerra civil estalla de nuevo, esta vez entre CONRADO (gibelino) y los duques güelfos, ENRIQUE el Soberbio y su hijo ENRIQUE el León.