Carta del diputado AGUIRRE del PNV al jesuita José María ESTEFANÍA.


En el País Vasco, a la altura de 1935, el Partido Nacionalista es un híbrido de tradición y modernidad, de independentismo teórico y autonomismo práctico, en una coyuntura muy difícil, en la que se halla aislado y es atacado con acritud por las derechas, las cuales le acusan injustamente de ser cómplice de la revolución; además, se ha distanciado de las izquierdas después de su fallido intento revolucionario. Esta situación crítica del PNV queda patente en una carta de su diputado AGUIRRE al jesuita José María ESTEFANÍA, escrita el 2 de julio de 1935: El Estatuto vasco tendrá más dificultades cuanto más se acentúe el auge derechista, y tendrá más facilidades a medida que decrezca aumentando la izquierda. Ésta es nuestra tragedia (sic). De nuevo lucharemos solos contra dos bloques; uno el de izquierdas que volverá lleno de sectarismo, otro el de derechas pletórico de suicida incomprensión.