Carlos Luis Napoleón gana por abrumadora mayoría, en las elecciones presidenciales de Francia.


Carlos Luis Napoleón -sobrino de Napoleón I Bonaparte- gana la presidencia de Francia (1848-1852) por abrumadora mayoría, en las elecciones celebradas el 10 de diciembre de 1848, con 5.454.000 votos (alrededor del 75% de los votos). Su abrumadora victoria es debida a la ayuda de las masas rurales, a las cuales el nombre de Bonaparte significa algo, contrariamente a los nombres de los otros competidores para la presidencia que son desconocidos a las masas. Representa entonces también la idea de rescatar el orden tradicional y la causa de la religión católica, amenazada por los liberales. La plataforma de Luis Napoleón significa para los electores la restauración del orden después de los meses de la agitación política, del gobierno fuerte, de la consolidación social y de la grandeza nacional, a los cuales él abrogó con todo el crédito de su nombre, especialmente con la memoria de su tío Napoleón I, ya héroe nacional de Francia. La mayoría de las grandes capitales copiará su modelo monumentalista con grandes avenidas. (Posteriormente pasará a ser Napoleón III como segundo emperador francés, último monarca que reinará sobre este país).