PEDRO I KARAGEORGEVIC (Rey de Serbia)(1903-1920)

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En Serbia, suben al trono los Karageorgevic, la dinastía rival.


En Serbia, suben al trono los KARAGEORGEVIC, la dinastía rival. El nuevo soberano PEDRO I (1903-1920), que instaura de nuevo el régimen parlamentario, ha sido educado en Francia, y es francófilo y rusófilo, y absolutamente contrario a Austria-Hungría. Basándose en la exaltación del nacionalismo medieval serbio e intentando aglutinar bajo su persona los territorios de la Gran Serbia de Esteban DUSÁN en el siglo XIV, inicia una política de entendimiento y estrecha colaboración con Rusia, con la finalidad de arrebatar a Austria y a Turquia los territorios que en algún momento de la historia habían pertenecido a Serbia. Se consolida de esta manera el liderazgo servio sobre los restantes pueblos.

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PEDRO I de Serbia declara la guerra a Bulgaria con lo que empieza la “Segunda Guerra balcánica”.


PEDRO I de Serbia declara la guerra a Bulgaria con lo que, en la fecha, empieza la “Segunda Guerra balcánica”. Grecia se pone del lado de Serbia. También Turquia se añade a la coalición, reanuda las hostilidades y reconquista Tracia oriental, cedida a Bulgaria en la “primera guerra balcánica”, junto con la ciudad fortificada de Adrianópolis. Rumania, por su parte, ve la oportunidad para arrebatar la Dobrudja del sur a la debilitada Bulgaria. También Montenegro lucha en el lado serbio.

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Por el Tratado de Bucarest (Rumania) se pone fin a las hostilidades de la “Segunda Guerra balcánica”.


Por el Tratado de Bucarest (Rumania), concluido en la fecha y firmado el 29/9/1913, se pone fin a las hostilidades de la “Segunda Guerra balcánica”. Bulgaria ha de renunciar a sus reclamaciones más extremas y sólo se anexiona modestas extensiones de territorio ex otomano, incluida la provincia de Tracia, lo que le brinda una salida al mar Egeo. Grecia recibe la isla de Creta y parte de la actual Macedonia, de las islas griegas y de Tracia. Sin embargo, Grecia no se puede incorporar las islas del Dodecaneso ni la región del Epiro del Norte (que Grecia había liberado durante la Primera Guerra Balcánica), ya que esta región es annexionada al recién creado estado albanés (por los intereses de Italia en la zona). Serbia, se expande hacia el sur (Kosovo y actual Macedonia). Montenegro gana una franja de territorio. Rumania adquiere parte de la Dobrudja. El Imperio otomano recupera Adrianópolis. Serbia y Montenegro, estrechamente aliadas, han duplicado su superficie en menos de un año, y eso no agrada a Austria-Hungría.

Después de la derrota alemana en la batalla del Marne, la lucha en el oeste se convierte en una guerra de trincheras.


La rápida derrota de Francia, prevista en el plan de ataque alemán, no se logra. Por el contrario, después de la derrota alemana en la batalla del Marne, la lucha en el oeste se convierte en una guerra de trincheras donde la clave del éxito no está tanto en la cualificación de los mandos ni en la tecnología militar como en la capacidad de resistencia y en las posibilidades económicas de los contendientes. Desde el comienzo de la guerra el Káiser pasa a segundo plano y a lo largo de la misma los débiles cancilleres del Reich han de someterse cada vez más a la presión de la conducción suprema del ejército con el mariscal de campo Paul von Hindenburg como jefe nominal y el general Erich Ludendorff como jefe efectivo.

Las fuerzas austroalemanas -con la colaboración de Bulgaria- se apoderan de toda Serbia.


Serbia ha rechazado dos fuertes ataques austriacos en 1914, pero en octubre de 1915 las fuerzas austroalemanas han tomado Belgrado y a mediados de diciembre -con la colaboración de Bulgaria- toda Serbia cae en su poder. El rey -PEDRO I- y sus tropas se refugian en Corfú (Isla de forma alargada y muy montañosa situada cerca de la costa griega y albanesa, a la entrada del mar Adriático).

Pacto en Corfú que proyecta un nuevo estado que agrupe a serbios, croatas, eslovenos y montenegrinos.


En la fecha, se firma la Declaración de Corfú, pacto que se publicará conjuntamente por un Comite yugoslavo en el exilio y por el gobierno serbio refugiado. En él se propone el ulterior desarrollo de un proyecto de formación de un estado en los Balcanes que agrupe a serbios, croatas, eslovenos y montenegrinos. De hecho, el concepto de la creación de una nación yugoslava, o sea, que agrupe a todos los eslavos del sur, surgió entre intelectuales croatas y eslovenos durante el siglo XVIII, concepto al que se incorporan los serbios. Pero son éstos quienes pasan a catalizar la idea de la creación de una nación yugoslava a la que se incorporarán croatas y eslovenos.

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Se designa a la antigua familia real serbia -KARAGEORGEVIC- para que rija el nuevo Estado.


Se designa a la antigua familia real serbia -KARAGEORGEVIC- para que rija el nuevo Estado y se proclama rey a PEDRO I (1918-1921), bajo la regencia de su hijo ALEJANDRO. De hecho, la monarquia KARAGEORGEVIC querrá preservar el Estado mediante el autoritarismo real y con la creación de un falso nacionalismo yugoslavo que disimulará mal su profunda naturaleza panservia.

Los límites del “Reino de los serbios, croatas y eslovenos” quedan fijados en la Conferencia de la Paz (1919)


Los límites del “Reino de los serbios, croatas y eslovenos” quedan fijados en la Conferencia de la Paz (1919) y en posteriores acuerdos. Bosnia y Herzegovina también quedan incorporados a este Reino, así como una parte de Eslovenia y Montenegro (Se dibuja la futura Yugoslavia). Por otra parte, la provincia croata de Istria y Zadar (o Zara) sigue perteneciendo a Italia hasta 1945.

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En el Tratado de Versalles se proclama el “Reino de los serbios, croatas y eslovenos”.


En el Tratado de Versalles se proclama el “Reino de los serbios, croatas y eslovenos”. Este nuevo Estado supone el sueño medieval de la Gran Serbia, que extiende así su dominio práctico sobre todos los eslavos del sur y que une, por primera vez, a pueblos que no han tenido nunca nada en común, ni lengua, ni alfabeto, ni religión, ni la manera de comprender el mundo en que viven, excepción hecha de sus remotos orígenes eslavos.