El cataclismo que ha supuesto la I Guerra Mundial ha dejado a Europa maltrecha, desorganizada y en desesperado riesgo de un conflicto renovado. Las batallas de 1914-1918 han sido devastadoras, pero no han decidido nada. Alemania, considerada por muchos como la culpable del comienzo de la guerra, ha quedado derrotada, pero no invadida ni destruida. Los aliados empiezan sus labores de negociación entre sí, el 18 de enero de 1919. Están presentes en la Conferencia, Georges Clemenceau (Francia), David Lloyd George (Gran Bretaña), Víctor Manuel Orlando (Italia) y Woodrow Wilson (EEUU). Serbia, aunque es una de las potencias vencedoras no participa en la Conferencia de Paz. Desde el primer momento surgen diferencias entre las aspiraciones estadounidenses y europeas; frente a los objetivos de EEUU., de carácter global, Gran Bretaña, Francia e Italia buscan soluciones urgentes a sus reivindicaciones particulares. Así, Wilson plantea la creación de un órgano supranacional, la Sociedad de Naciones, destinada a solucionar conflictos ulteriores sin el recurso a las armas.
TRATADO DE VERSALLES
Total de piezas: 20
Se fijan, en la fecha, los estatutos de la Sociedad de Naciones.
Se fijan, en la fecha, los estatutos de la Sociedad de Naciones. Estos estatutos formarán parte del Tratado de Versalles.
En virtud del Tratado de Versalles, Polonia consigue el acceso al Mar Báltico, aunque Gdansk se convierte en una Ciudad Libre.
En virtud del Tratado de Versalles, Polonia consigue el acceso al Mar Báltico, aunque Gdansk se convierte en una Ciudad Libre.
Firma en el Palacio de Versalles por representantes de Alemania y los Aliados del Tratado de Versalles.
A partir de junio de 1919 se presentarán los tratados resultantes de las conversaciones previas para su firma a los países derrotados. El principal resultado de su trabajo será el Tratado de Versalles (28 de junio 1919). Es firmado en el Palacio de Versalles por representantes de Alemania y los Aliados. Establece las condiciones de paz con Alemania. Por el hecho de la rendición y de constituir un nuevo régimen, Alemania, que no se considera más culpable que otros países, esperaba una paz negociada en vez de los duros términos impuestos en este tratado. Pero los aliados están determinados a recibir compensaciones por sus pérdidas y asegurarse de que su enemigo nunca volverá a constituir una amenaza. Por consiguiente, Alemania pierde Alsacia y Lorena a favor de Francia, devolución del Ducado de Schleswig a Dinamarca y de la región de Alta Silesia y Posnania, cuya salida al mar, Danzig, alcanza el estatuto de «ciudad libre». También pierde sus colonias y tiene que ceder sus instalaciones siderúrgicas, líneas ferroviarias y barcos mercantes, así como su fuerza naval. Alemania tiene que limitar su Ejército y someterse a la ocupación aliada de Renania durante 15 años. Al aceptar el Tratado, el nuevo gobierno alemán queda desacreditado ante sus ciudadanos, lo que paralizará sus oportunidades de éxito.
Namibia, antigua África del Sudoeste, pasa a ser administrada por Sudáfrica de acuerdo con el Tratado de Versalles.
Namibia antigua África del Sudoeste -colonia de Alemania hasta la Primera Guerra Mundial, cuando las tropas de Unión de Sudáfrica, controlada por Gran Bretaña, la invaden-, pasa a ser administrada por Sudáfrica de acuerdo con el Tratado de Versalles.
En el Tratado de Versalles se proclama el «Reino de los serbios, croatas y eslovenos».
En el Tratado de Versalles se proclama el «Reino de los serbios, croatas y eslovenos». Este nuevo Estado supone el sueño medieval de la Gran Serbia, que extiende así su dominio práctico sobre todos los eslavos del sur y que une, por primera vez, a pueblos que no han tenido nunca nada en común, ni lengua, ni alfabeto, ni religión, ni la manera de comprender el mundo en que viven, excepción hecha de sus remotos orígenes eslavos.
Después de la Primera Guerra Mundial se han adherido a Bélgica algunos cantones alemanes.
Después de la Primera Guerra Mundial se han adherido a Bélgica algunos cantones alemanes. Estos están situados en la esquina oriental de la provincia de Lieja. Así, pues, Bélgica tiene tres idiomas oficiales: el neerlandés, el francés y el alemán. Por una parte, tenemos, pues, dos extensos grupos de población que conviven el uno al lado del otro: la Comunidad Flamenca de habla neerlandesa al norte, en Flandes, y la Comunidad de habla francesa al sur, en Valonia. Bruselas es bilingüe, aunque principalmente francófona. Y finalmente, los cantones alemanes de Lieja. Bélgica tiene, pues, cuatro regiones lingüísticas: 3 regiones con una sola lengua (la neerlandesa, la francesa y la alemana) y la región bilingüe de Bruselas-Capital. Su situación geográfica, en la línea divisoria entre las culturas latina y germánica, explica la diversidad lingüística del país.
El tratado altera por completo el mapa de Europa Central.
El tratado altera por completo el mapa de Europa Central. Alsacia y Lorena (conquistadas por Alemania en 1871) se devuelven a Francia. El Sarre, una importante zona alemana de minas de carbón, cae bajo la supervisión de la Sociedad de Naciones durante quince años. También Renania iba a quedar ocupada durante quince años por las tropas aliadas antes de desmilitarizarla por completo. Pero los cambios territoriales más significativos se dan en el Este: Polonia reaparece en el mapa de Europa, integrada por territorios segregados de Alemania y la Unión Soviética. La pérdida más controvertida para Alemania es el «corredor polacci», una franja de tierra cedida a Polonia para permitirle el acceso al Báltico, lo que se considera vital para el nuevo Estado. El puerto de Danzig se convierte en zona franca bajo el control de la Sociedad de Naciones; pero Polonia podrá utilizar sus instalaciones. Si en 1914 había en Europa 17 monarquías y 3 repúblicas, en 1919 son 13 repúblicas y trece monarquías. Se crearán nuevos estados europeos sobre las ruinas de los extintos imperios ruso y austrohúngaro (Finlandia, Letonia, Estonia, Lituania, Polonia, Checoslovaquia y Yugoslavia), basándose en el principio witsoniano de las nacionalidades.
Portugal, después de la Primera Guerra mundial, sólo obtiene, por el Tratado de Versalles, una minúscula recompensa colonial.
Portugal, después de la Primera Guerra mundial, sólo obtiene, por el Tratado de Versalles, una minúscula recompensa colonial y la crisis económica de posguerra hace aumentar la tensión social y la agresividad de la reacción, debilitando el régimen democrático.
Alemania ha perdido después de la Gran Guerra una cantidad de territorio muy importante; a pesar de todo, queda intacto casi todo el núcleo de población.
Alemania ha perdido después de la Gran Guerra una cantidad de territorio muy importante; a pesar de todo, queda intacto casi todo el núcleo de población y del potencial económico de Alemania. Alemania sigue siendo la mayor potencia económica del continente, superada sólo por la Unión Soviética en cuanto a cifras de población. Queda la potencia latente de la nación, dispuesta a crecer en los años treinta, en cuanto HITLER le dé un impulso agresivo. Lo peor de todo es que los alemanes han de aceptar la plena responsabilidad como causantes de la guerra y, consecuentemente, pagar cuantiosas indemnizaciones en concepto de reparaciones de guerra. Estas últimas provisiones, en particular, causan rencor entre la población; los alemanes no se consideran más culpables que otros y no pueden pagar todo lo que se les demanda. El Tratado de Versalles, comprensible desde el punto de vista aliado, no asegura una paz duradera. Alemania ni es aplastada por completo ni es reintegrada en la comunidad internacional.