Una expedición mandada por los infantes portugueses DUARTE, PEDRO y ENRIQUE el Navegante, parte de Lisboa hacia Ceuta que será conquistada a los benimerines, así como la isla de Perejil (a unos cuatro kilómetros). La cruz portuguesa se instala en Ceuta. (Su escudo municipal, hoy todavía es el de Portugal). La conquista de Ceuta supone la apertura de una vía descubridora para el pueblo lusitano; el Atlántico africano y África se convertirán desde entonces en la pasión de JUAN I, el rey portugués. Su población es expulsada y sustituida por colonos cristianos.
ENRIQUE el Navegante (Infante de Portugal)
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El portugués ENRIQUE el Navegante, gracias a su fortuna funda un centro de navegación en Sagres.
Al mismo tiempo, el portugués ENRIQUE el Navegante, gracias a su fortuna funda un centro de navegación en Sagres, en el extremo sudoccidental de Portugal, que se convierte en un paraiso para los marinos expertos. Puede armar navíos, pagar a capitanes y rodearse de cartógrafos, astrólogos y astrónomos en la corte que crea en Sagres. El príncipe también invita a científicos extranjeros, como el célebre Jaime de Mallorca, el mejor especialista del siglo XV en navegación en alta mar. Aunque el propio ENRIQUE jamás se ha embarcado, ha pasado a la historia como «ENRIQUE el Navegante», y con él empieza la gran «Era de las Exploraciones», que ha de cambiar el mundo.
Europa ha generado una gran demanda de productos de Extremo Oriente.
Europa ha generado una gran demanda de productos de Extremo Oriente, alimentada por la experiencia de las cruzadas y por los relatos de Marco Polo acerca de la magnificencia oriental. Los europeos desean azucar, pimienta y otras especias, así como seda y otros artículos de lujo. Ahora, tras la quiebra del Imperio mongol, el comercio con el Extremo Oriente no es fácil, en especial desde que el Imperio otomano obstaculiza la ruta. En cada etapa de aquella hay aduanas, con lo que los precios de los artículos de lujo de procedencia oriental alcanzan precios elevadísimos. Y Portugal se encuentra al final de la ruta.
Los intrépidos marinos portugueses se arriesgan a explorar las costas de África.
El camino más obvio es circunnavegando África, pero ello implica navegar por el Atlántico. Los últimos que han navegado por el océano han sido los fenicios y para mantener el monopolio de sus rutas comerciales han fomentado o simplemente inventado las supersticiones marineras que hacen creer a la posteridad que aquellas aguas son innavegables: horribles monstruos marinos, mares hirviendo que derriten el calafateado de los barcos, calmas chichas que los inmovilizan para siempre. ENRIQUE el Navegante, infante de Portugal, hijo del rey JUAN el Grande, es un apasionado por las expediciones marítimas. ENRIQUE, piensa que si los barcos pudiesen hallar una ruta hacia aquellas tierras, evitando el paso por el Imperio otomano, los artículos objeto de demanda resultarían más baratos y asequibles. Desafiando lo desconocido, los intrépidos marinos portugueses se arriesgan a explorar las costas de África.
Los portugueses, en la fecha, descubren las islas Madeira.
Los portugueses, en la fecha, descubren las islas Madeira.
Fracasada expedición de ENRIQUE el Navegante contra Tánger, en la que participa su hermano FERNANDO de Portugal.
Fracasada expedición de ENRIQUE el Navegante contra Tánger, en la que participa su hermano FERNANDO de Portugal llamado el Santo Infante. FERNANDO queda como rehén de los benimerines, que lo sometierán a esclavitud hasta su muerte.