En Hispania muchos reyezuelos indígenas reverencian la memoria de Pompeyo. El romano se había ganado su eterno agradecimiento con un gesto magnánimo: veinticinco años atrás, cuando los derrotó durante la guerra contra Sertorio, les perdonó la vida y les concedió la libertad en lugar de decapitarlos o esclavizarlos. Así que Hispania milita en el bando pompeyano y aunque POMPEYO el Grande ya ha muerto en el año 48 aC, quedan sus hijos CNEO, de treinta y un años de edad, y SEXTO, de veintidós, para mantener encendida la llama de la guerra.

En Hispania, los pompeyanos han conseguido alistar once legiones. CÉSAR deja Roma al cuidado de su socio LÉPIDO y desembarca en Sagunto con sus legiones. Quemando etapas y forzando la marcha, como es habitual en él, se reúne en Obulco (Porcuna, prov. de Jaén), con sus generales. CÉSAR se pone al corriente del estado de sus asuntos. Los pompeyanos dominan toda la Bética, a excepción del poblado de Ulia (hoy Montemayor, en Córdoba) que sigue fiel a CÉSAR y está siendo asediado por CNEO Pompeyo, uno de los hijos de POMPEYO. Mientras tanto SEXTO, el otro hermano, permanece en Córdoba. Al cabo de unas semanas, CÉSAR con hábiles estratagemas consigue -en la fecha- llevarlos a campo abierto. En Munda (¿Montilla?), se desarrolla la batalla definitiva. La causa de POMPEYO ha terminado. Sus hijos, CNEO escapa pero será asesinado poco después; SEXTO, también escapa hacia el interior de la península donde organizará la resistencia para luchar contra CÉSAR.

La desaparición de CÉSAR favorece mucho a SEXTO Pompeyo, que, mientras tanto, ha obtenido algunos éxitos en Hispania. El Senado lo llama a Italia, lo rehabilita y le concede la jefatura de la flota. El joven SEXTO Pompeyo es tan ambicioso como su padre, pero no ha heredado sus buenas cualidades. Al principio se alia con Marco ANTONIO, pero luego se enemistará con él, ocupará Sicilia, y atacará a las naves que transportan el trigo de Egipto, del que Roma depende.

OCTAVIO en busca del poder absoluto. Se deshace de sus rivales en Occidente. Derrota, en la fecha, la flota de SEXTO Pompeyo en Naulocus, cerca de Mesina (Península itálica). SEXTO huye a Asia Menor, donde será capturado y ejecutado.