Los hijos de los ciudadanos de Atenas fueron los primeros que asistieron a una escuela en el sentido actual de la palabra. Su escolarización iba de los siete a los catorce años. Aprendían a leer, escribir y hacer cuentas y se valoraba la formación musical; todos los muchachos debían saber tocar al menos la flauta o la lira, una pequeña arpa. A medida que cumplían años se les enseñaba el arte de pronunciar discursos-la retórica-. También se dedicaban al estudio de la literatura griega, sobre todo las leyendas de Homero, algunos de cuyos pasajes importantes aprendían de memoria. Una vez cumplidos los catorce años, la formación deportiva pasaba a ocupar el primer lugar. Esta formación se realizaba en el “Gymnásion”, una especie de escuela de deportes de cuyo programa formaban parte la gimnasia, la lucha, el boxeo, la esgrima, las carreras y el lanzamiento de disco y jabalina.

En Atenas, buena parte de la nobleza conservadora lucha denodadamente contra la posibilidad de que se implante la democracia, de modo que entre el pueblo no reina la confianza en que las reformas de SOLÓN sobrevivan mucho tiempo. No es pues de sorprender que el pueblo se vuelva hacia PISÍSTRATO (567-527 aC) que gobierna como tirano en Atenas, con alguna interrupción ya que, al principio, es mal aceptado y tiene que exilarse dos veces. Resultará ser uno de los mejores tiranos. Mantiene las reformas de Solón, protege la agricultura, embellece Atenas, preserva la paz, edita los poemas homéricos en la forma en que hoy subsisten, estimula la industria y el comercio y, en general, ejerce el poder con humanidad. Bajo su reinado y el de sus hijos, la civilización ateniense alcanzará gran esplendor.

PISÍSTRATO, en Atenas, promueve un cambio en la religión: la antigua religión olímpica adolece más bien de vitalidad y peca de insulsa. El pueblo halla mucha más satisfacción en las “religiones mistéricas” que prometen la salvación y la dicha en el más allá para quienes aceptan sus rituales. Éstos se mantienen en secreto (“misterio” proviene de la palabra griega que significa, precisamente, “secreto”). Estas religiones mistéricas resultan muy satisfactorias y colman las necesidades emocionales del pueblo. PISÍSTRATO fomenta estas actividades porque contribuyen a minar el poder de los nobles que se han reservado las funciones sacerdotales en la vieja religión.

Hacia la fecha, Tebas, ciudad situada a algo más de 50 km al norte de Atenas, ha formado una liga de ciudades (Liga de Tebas) de su entorno (Beocia) que ella domina. Para conseguirlo ha tenido que luchar durante cincuenta años.

El desarrollo de Jonia se prolonga hasta el siglo -VI, en que los pueblos de Anatolia quedan incorporados al imperio persa. Durante el siglo -V, primero Atenas, después Esparta y más tarde Alejandro Magno penetrarán en la península, que se heleniza.

En Atenas, fallece PISÍSTRATO. Hipias e Hiparco, sus hijos, le suceden como cotiranos, están menos capacitados que el padre y crece la oposición a ellos.

Hiparco, cotirano de Atenas es asesinado, y el atemorizado Hipias, el otro tirano, endurece su gobierno, lo que, como cabe esperar, incrementa la oposición. Un noble de talante liberal, CLÍSTENES (el llamado “Padre de la Democracia”), encabeza la oposición democrática.

CLÍSTENES consigue la ayuda de Esparta, siempre dispuesta a emprender acciones contra los tiranos y derroca a Hipias, tirano de Atenas, a quien obliga a exiliarse. Esparta espera el restablecimiento de una oligarquia, pero CLÍSTENES sigue su propio camino.

CLÍSTENES de Atenas, reorganiza el gobierno y reparte el poder entre tantos ciudadanos, que podemos considerar a Atenas, a partir de entonces, una democracia. En efecto, distribuye los demos del Atica en diez tribus eliminando la división anterior entre el campo, la costa y la montaña y crea el consejo de los 500 que propondrán las leyes y serán la suprema autoridad administrativa. Atenas será la primera democracia importante del mundo civilizado, aunque sumamente imperfecta. Alcanza sólo a los ciudadanos, y éstos deben ser hijos de progenitores atenienses. Los extranjeros disfrutan de derechos limitados y los esclavos (que son muchos) permanecen como tales y desposeídos de derechos, por muy “libre” que pueda ser Atenas. CLÍSTENES establece también, el “ostracismo”, un sistema por el que cualquiera que resulte peligroso para el estado puede ser desterrado por diez años sin pérdida de su ciudadanía ni de sus propiedades (El nombre se escribe es fragmentos rotos de cerámica, “ostracón” en griego; de ahí la denominación de esta práctica).

La privación de la libertad política a la que están sometidas por los persas las ciudades griegas del Asia Menor, es mal tolerada por éstas, que se lanzan a la revuelta en 499 aC. Su petición de ayuda a las polis de la Grecia balcánica sólo tiene respuesta en Atenas y Eretria que envían veinticinco naves en su auxilio. Los jonios, encabezados por la ciudad de Mileto, avanzan hacia el este e incendian Sardes, la antigua capital de Lidia. Los persas les devuelven el golpe. La isla de Chipre es tomada, los ejércitos jonios salen derrotados y la flota hundida. Mileto es destruida y se deporta a sus habitantes supervivientes.