ATENAS (Ciudad Estado)

Total de piezas: 98

Dario, rey de Persia, obsesionado con eliminar a Atenas, planifica la expansión de Persia hacia el Oeste.


Darío, rey de Persia, tras sofocar la insurrección de Jonia en Sardes, se entera que ésta ha sido apoyada por una pequeña Ciudad-estado conocida como Atenas. Darío se lo toma personalmente. Obsesionado con eliminar a Atenas, planifica la expansión de Persia hacia el Oeste. Su odio crece hasta tal grado, que ordena que todas las noches un sirviente le repita la misma frase: “Señor, por favor no te olvides de Atenas”. Y Darío no se olvida. Pero sólo encuentra una excusa para castigar a Atenas, cuando ésta y Esparta se niegan a cumplir con el ritual de entrega de tierra y agua. Según la costumbre, Persia envía unos potentados, quienes piden al líder de la ciudad tierra y agua. El otorgamiento significa la sumisión al imperio persa. Pero después de la rebelión jónica, los atenienses empiezan a tirar a los heraldos persas desde la Acrópolis, y los espartanos los echan dentro de pozos donde, dicen, conseguirán bastante agua y tierra. La guerra sólo es cuestión de tiempo.

Esta pieza también aparece en ... GRECIA ANTIGUA (……. - 146 aC)

Mardonio, yerno del rey persa, conduce en el año 492 aC, una gran flota para conquistar Grecia. Somete a Tasos y Acanthos, aliados naturales de Atenas.


Mardonio, yerno del rey, conduce en el año 492 aC, una gran flota persa para conquistar Grecia. Somete a Tasos y Acanthos, aliados naturales de Atenas, pero casi todas sus naves son hundidas, por una tempestad, en el cabo de Athos. El resto de las naves regresa a Persia. Al mismo tiempo, las fuerzas persas irrumpen por primera vez en Europa y se apoderan de la costa occidental del mar Negro; la región de Tracia (donde ahora se encuentra Bulgaria). Los persas fuerzan al reino de Macedonia, situado inmediatamente al sur de Tracia, a convertirse en su marioneta.

Esta pieza también aparece en ... GRECIA ANTIGUA (……. - 146 aC)

Darío, encolerizado por la pérdida de su flota, prepara una segunda expedición que parte en el 490 aC.


Darío, encolerizado por la pérdida de su flota, prepara una segunda expedición que parte en el 490 aC. Las tropas de Darío -a las órdenes de Datis- cruzan el mar Egeo y sitian Eretria, ciudadela que, junto a Atenas, ha apoyado a Jonia en la rebelión, y tras 6 días de lucha asesinan o esclavizan a todos sus habitantes, destruyendo todo cuanto hay en la ciudad. De allí, navegan hasta las costas de la bahía de Maratón, a unos 12 kilómetros de Atenas y empiezan, en la fecha, a descargar las tropas. La flota persa carga 25.000 hombres, los griegos sólo disponen de 10.000 soldados. Temiendo que la desigualdad numérica y la traición jueguen en contra de las defensas atenienses, Milcíades, comandante de la batalla, elige como estrategia el ataque, en vez de la defensa, creyendo esta la única opción para obtener el triunfo.

La supremacía de los persas está en sus arqueros y en su caballería. Milcíades dirige al ejército ateniense.


La supremacía de los persas está en sus arqueros y en su caballería. Milcíades sabe muy bien que no tendrá ningún posibilidad de sobrevivir el ataque por ambas fuerzas, especialmente porque la estrategia persa es esperar el ataque enemigo, debilitarlo con flechas y luego ir por el resto con caballería y tropas. Milcíades sitúa su ejército en las colinas que rodean la bahía y desde la distancia espera el mejor momento para atacar, que llega cuando inexplicablemente, tras desembarcar la caballería, ésta es reembarcada otra vez, quizás con la intención de atacar a Atenas por dos frentes. Al ver a las tropas y a los arqueros sin el apoyo de la caballería, decide que el momento del ataque ha llegado. Preocupado por el desequilibrio numérico, Micíades ha pedido ayuda a los espartanos, pero estos se niegan por razones religiosas, y ofrecen su apoyo sólo cuando llegue la luna llena, seis días más tarde. Los atenienses, sin embargo, reciben con sorpresa y admiración al ejército de Platea, quienes aunque pequeños en número -apenas son mil- han mandado a combatir a todo hombre capaz de cargar una lanza.

Milcíades ataca a la salida del sol. El lugar es el valle de Vrana y la proporción es de un ateniense por cada tres persas.


Milcíades ataca a la salida del sol. El lugar es el valle de Vrana y la proporción es de un ateniense por cada tres persas. Los atenienses empiezan a correr hacia el enemigo, mientras los persas esperan por ellos, creyendo que nadie que corra primero podrá pelear bien después. Pero Milcíades, al darse cuenta de que los bloques de tropa no cubren el ancho de la línea enemiga, ordena aligerar el centro de la línea de ataque, fortaleciendo los flancos. Los persas cargan sobre los griegos golpeando fuertemente en el centro y empujando la infantería hacia dentro del valle. Los griegos retroceden a propósito, volviendo su línea de defensa más delgada mientras se fortalecen en las alas. Entonces, en una jugada genial, las alas caen sobre los flancos persas, mientras el centro soporta el ataque de una tropa confusa, que ve venir al enemigo desde donde no se espera: la retaguardia. En medio de la confusión, los persas rompen filas y llaman a la retirada.

Los atenienses han ganado. Es enviado un hombre -Filípides o Fidípides- que avise a Atenas del resultado de la batalla.


Los griegos los persiguen hasta la playa y nadando hasta los botes, se apoderan de siete de ellos. Los atenienses han ganado. Inmediatamente Milcíades envía un hombre -Filípides o Fidípides- que avise a Atenas el resultado de la batalla, para que se preparen a recibir a los persas, cuyos barcos se dirigen a atacar Atenas directamente. Pero cuando llegan los persas y ven a los griegos, hombro con hombro esperando para dar la lucha, deciden retroceder y dejar las cosas como están. Filipides, quien corre toda la distancia entre Maratón y Atenas, algo más de 40 km., grita al llegar ¡Alegraos atenienses, hemos vencido!, falleciendo inmediatamente de agotamiento por el largo recorrido. Es la célebre batalla de Maratón, la primera de las llamadas “Guerras médicas” (Guerras entre Grecia y Persia). Al ver en peligro la independencia de Grecia cesa momentáneamente la rivalidad entre Esparta y Atenas.

En Atenas, Arístides es condenado al ostracismo en la vecina isla de Egina por oponerse a la política naval de TEMÍSTOCLES.


Desde el 490 aC, los atenienses se han dedicado bajo el mando de TEMÍSTOCLES a reforzar su flota. ARÍSTIDES, uno de los diez generales atenienses que han derrotado a los persas en Maratón (490 aC) y que después ocupa cargos civiles por los que es llamado “el justo”, es condenado al ostracismo, en la fecha, a la vecina isla de Egina por oponerse a la política naval de TEMÍSTOCLES. De este modo, Atenas puede seguir por la senda escogida sin disputas partidistas.

Esta pieza también aparece en ... GRECIA ANTIGUA (……. - 146 aC)

Los persas cruzan sobre un puente de naves el estrecho del Helesponto y marchan en dirección al sur.


En el Imperio Persa, JERJES I, que ha sucedido a su padre Darío en el 486 aC., reúne uno de los mayores ejércitos de toda la época antigua. En el 481 aC., los persas cruzan sobre un puente de naves el estrecho del Helesponto y marchan en dirección al sur.

La primera batalla tiene lugar en el paso de las Termópilas, un estrecho paso situado al sur de Tesalia, por donde apenas puede pasar un carro.


La primera batalla tiene lugar, en la fecha, en el paso de las Termópilas, un estrecho paso situado al sur de Tesalia, entre el monte Otea y el mar por donde apenas puede pasar un carro de frente. El rey espartano LEÓNIDAS I y varios miles de soldados defienden heroicamente el estrecho paso. Es la segunda “Guerra médica” entre Grecia y Persia. Un traidor griego conduce a los persas a otro paso que permite a los invasores acceder al primero por la retaguardia espartana. Leónidas permite a la mayoría de sus hombres retirarse, pero él y una fuerza de 300 espartanos resisten hasta el final y son aniquilados. Veinte mil persas dejan su vida entre ellos dos hermanos del rey JERJES.

Franqueado el obstáculo de las Termópilas, la oleada persa se abate sobre el Ática.


Franqueado el obstáculo de las Termópilas, la oleada persa se abate sobre el Ática mientras la escuadra griega que ha combatido en luchas parciales contra los persas se refugia en Salamina a cuya isla transporta a la población ateniense. Los persas marchan entonces sobre Atenas y, en la fecha, incendian la ciudad previamente abandonada.