Fallece AGILA II, y los magnates witizianos de la Tarraconense y Narbonense eligen un nuevo rey, en circunstancias desconocidas: ARDO (714-720).

Los territorios montañosos del norte de España quedan todavía fuera del dominio de los musulmanes. En estas zonas viven diversos pueblos prerromanos, entre ellos los galaicos, los astures, los cántabros y los vascones, así como los hispani, nombre que dan las crónicas de la época a los habitantes del Pirineo central y oriental. A ellos se han unido los visigodos que, ante la presencia de los musulmanes, acuden a refugiarse a estos territorios. Ahora bien, desde mediados del siglo VIII irán surgiendo en dichas comarcas diversos núcleos políticos.

Los musulmanes han invadido la península Ibérica. La gente está cansada del dominio visigodo, y los judíos, que han sido perseguidos por los últimos reyes godos, ayudan a los musulmanes a dominar el territorio. No es nada difícil conseguirlo. Los musulmanes permiten conservar su religión a todos los que así lo desean y se limitan a cobrar algunos impuestos, seguramente inferiores que los que cobraban los recaudadores visigodos. Además, los musulmanes permiten practicar el comercio con mayor libertad y dan un enorme impulso a la agricultura y a la producción artesanal. A la mayoría de la gente le es indiferente quien le gobierne. Los latifundistas por su parte, pactan con los musulmanes y a cambio de mantener sus tierras, su riqueza y su influencia social no tienen ningún empacho en convertirse al islam.

ABD EL AZIZ instala la sede del gobierno árabe en Sevilla. Sevilla es una ciudad cercana al mar y al estrecho y, por tanto, desde donde poder recibir refuerzos más rápidamente. Con la finalidad de desarrollar una administración estable, 715 fue un año sin campañas, en el que ABD EL AZIZ se dedica a asentar el poder de los conquistadores, sin arrebatar nuevas tierras al rey visigodo ARDO. Además, tras cuatro años de guerra es necesario recomponer el ejército y las finanzas, recoger todas las cosechas y permitir que se recuperen tanto el país como los invasores. No saldrán ejércitos en primavera para realizar nuevas conquistas, y ABD EL AZIZ organizará otros planes igualmente efectivos.

Dentro de su política de asentar lo conquistado mediante alianzas y acuerdos, ABD EL AZIZ ha contraído matrimonio con Egilo, viuda del rey Rodrigo, con quien ha tenido un hijo, llamado Asim. Convertida al islam ha atraído a otros nobles visigodos, que han abandonado así la resistencia. Algunos de ellos incluso se han convertido al islam, para no tener que pagar impuestos por las propiedades que han logrado conservar y para mantener su estatus e influencia mediante nuevas relaciones de clientela política con los jefes de los conquistadores, relaciones que finalmente se interpretan como un intento de rebelión contra el Califa. De todo ello, resulta perjudicado el propio ABD EL AZIZ el cual, siguiendo órdenes directas del califa SULAYMAN, es asesinado en el verano de 715 en la mezquita de Sevilla (anteriormente, iglesia de Santa Rufina, expropiada por los musulmanes), mientras estaba rezando y su cabeza es enviada al Califa. Tras estos hechos, es nombrado gobernante interino: AYYUB, Cuñado de Abd el Aziz quien mientras esté en este puesto no realizará ninguna nueva campaña.

El emir AL-HURR desde el otoño de 716 y en los dos años siguientes realiza sucesivas campañas por la parte noreste de la península. Así, pues, a finales de 716 y principios de 717, los musulmanes, en su avance por la parte oriental de la península ibérica, toman Tortosa, Tarragona, Barcelona y Empúries llegando hasta Girona. En realidad, sólo alguna ciudad opone resistencia, por ejemplo Tarragona, pero sufre daños espantosos. Empúries también es destruida. Barcelona, en cambio, no parece que se resista demasiado. Si Tarragona no había podido con los sarracenos, es de ilusos esperar que los consiga una pequeña población como Barcelona. En realidad todos los reductos de posible resistencia se encuentran en el norte, hacia los Pirineos, hacia donde se dirige la gente de los lugares llanos.

AL-HURR realiza también una campaña en el norte, después de una incursión de los vascones a la zona de Tudela, para tener la retaguardia bien cubierta en su guerra con el rey visigodo ARDO. Los árabes consiguen un acuerdo de capitulación con Pamplona, ciudad que se les rinde a cambio de mantener su autoridad local y cierta tolerancia religiosa. Por otra parteI, igualmente en ese año 717, el emir AL-HURR nombra un gobernador en la Astura Transalpina (actual Asturias), residente en Gijón, ciudad amurallada y comunicada también por mar.

En el año 720, Perpiñán y Narbona son capturadas por las fuerzas de al-Samh ben Malik, matando a todos los hombres y esclavizando mujeres y niños; y estableciendo una guarnición permanente en esta última ciudad.

Fallece el último rey visigodo ARDO.