Los romanos conquistan el poblado de Ilbyr y lo convierten en municipio (siglos I al II aC.), llamándolo Iliberris o Elvira (Granada). Posteriormente le darán el empaque de ciudad.

La economía de Hispania en su conjunto conoce un crecimiento significativo al abrigo del comercio interno y con la propia metrópoli y se explotan minas, se comercia con productos de la pesca hacia el interior, el vino y el aceite parten por mar hacia Roma. La propia Illiberis crece durante esas fechas hasta disponer de foro, anfiteatro, y templos, santuarios, gimnasios y termas. Las construcciones civiles se extienden por toda la provincia y se generalizan los acueductos y baños (La Malaha, Alhama, Graena, Sierra Elvira, Lanjarón…). Pieza excepcional, exponente de la riqueza arquelógica de la región es la “Dama de Baza”, hoy en el Museo Arqueológico Nacional, que representa a una mujer sedente en trono con respaldo de aletas, escultura ibérica de la primera mitad del s. IV aC.

Cuando los ejércitos cristianos de FERNANDO III toman, en la fecha, Baeza, sus habitantes encuentran refugio en lo que ya sólo es un vestigio de la antigua ciudad romana de Elvira. Y aquí se quedarán los de Baeza, los al-baezan, nombre que se transformará con el tiempo en Albayzín.(Algunas versiones, sin embargo, dicen que el nombre significa barrio empinado)

Otro personaje característico es el ejea o alfaqueque. Conoce bien el árabe dialectal granadino, es persona hábil, goza de inmunidad diplomática y no es raro que se convierta en espía. Los interesados en rescatar a un cautivo contratan sus servicios y él va a territorio enemigo, paga el rescate y se lo trae. Quizá entre la multitud de personajes de toda condición social que se mueven en la frontera, el más detestado y temido es el renegado, que ha renunciado a su fe cristiana para abrazar el islam, hecho que merece todas las condenas morales y sociales. Muchos se dedican al bandolerismo, y dado su conocimiento, del terreno son temidos por las autoridades.

Granada, es conocida en esta época por sus famosas escuelas literarias y artísticas que, junto a su Universidad, la constituyen en uno de los centros culturales más notables de la Península, sin que, desde aquí, ningún hecho importante separe la historia granadina de la general española. Por otra parte, el exilio, la expulsión y la colonización por nuevos habitantes ha preparado a la ciudad para la explosión religiosa contrarreformista que la convertirá en un permanente espectáculo barroco durante el siglo XVII.

Durante la reacción contra los franceses inaugurada en 1814, Granada es centro de casi todos los movimientos contra el poder absoluto, pues en ella está establecido el Gran Oriente de la Masonería, rector de aquellas agitaciones.

En 1835, Granada se alza contra el gobierno central secundando la insurrección malagueña.

En 1836, En España, Granada se levanta nuevamente para proclamar la Constitución de 1812.

En 1840, Granada se adhiere al pronunciamiento de septiembre.

Granada se subleva en 1843 contra el gobierno de Espartero.