TOMÁS DE TORQUEMADA (Primer inquisidor general de Castilla y Aragón)(1483-1498)

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SIXTO IV, concede una bula a los Reyes Católicos para que funden el convento de la Santa Cruz en Segovia.


En 1479, el Papa SIXTO IV, concede una bula a los Reyes Católicos para que funden el convento de la Santa Cruz en Segovia. Fray Tomás de TORQUEMADA, es enviado a este convento llegando a adquirir el cargo de prior. En ese mismo año, el rey FERNANDO solicita al Papa que dispense a fray Tomás de sus obligaciones monacales para que pueda salir del convento y dedicarse a confesar a los muchos notables que, a imitación del soberano, requieren sus servicios. Esta proximidad a la corte facilitará su carrera hacia el cargo de inquisidor.

Tomás de Torquemada, declara convictos de herejía a todos los emigrados por causa de su llegada.


El nuncio del papa nombra dos inquisidores para ir a instalar en Sevilla el Santo Oficio. Apenas logran instalarse los inquisidores cuando emigran casi todos los recien cristianos a las tierras del duque de Medina Sidonia, del marqués de Cádiz, del conde de Arcos y otros señores, creyendo que en ellas estarán seguros en virtud de las franquicias que se gozan en sus dominios. Mas al tener conocimiento de dichas emigraciones, los inquisidores, a cuyo frente se acaba de poner Tomás de TORQUEMADA, declara con una proclama del 2 de enero, convictos de herejía a todos los emigrados por el solo hecho de haberse ido, y manda a todos los señores de Castilla que los apresen y los envíen con guardias a Sevilla, debiendo apoderarse de sus bienes y haciendas bajo pena de excomunión, confiscación de sus dominios y pérdidas de empleo y dignidades. Es tal el temor que inspira el Santo Oficio que los prisioneros llenan el convento en que se les amontona y pronto éste es poco para contenerlos a todos.

Fray Tomás de TORQUEMADA inicia con energía la tarea de organizar la moderna inquisición


Fray Tomás de TORQUEMADA inicia con energía la tarea de organizar la moderna inquisición y actualizar la legislación que entonces aún se rige por el Manual de Inquisidores de Nicolau Eimeric (1376). En diez años divide el territorio en distritos, crea tribunales en sus cabeceras, nombra a sus ministros y oficiales, y comienza a publicar una serie de instrucciones que regulan el procedimiento y los mecanismos de actuación y hacienda de la moderna inquisición. Estas instrucciones consagran la «inquisitio», es decir, la investigación por iniciativa del inquisidor o de sus oficiales, y organiza el procedimiento eliminando una serie de garantías jurídicas que convierten la confesión del reo, obtenida muchas veces bajo tortura, en la prueba reina del proceso.

Fray Tomás de TORQUEMADA dedicará todos sus esfuerzos a la implacable persecución de los judíos.


Fray Tomás de TORQUEMADA dedicará todos sus esfuerzos a la implacable persecución de los judíos. Juan Antonio Llorente, historiador del siglo XIX, -y gran detractor de la Inquisición- fija el número de víctimas del primer inquisidor general en 185.328, entre ellas 10.220 condenadas a la hoguera, cifras que para muchos historiadores resultan exageradas en extremo. Entre los grandes escándalos de su mandato como inquisidor general, a él se le atribuye la creación de falsas pruebas en el proceso por el que fueron condenados a la hoguera algunos judíos supuestamente implicados en la crucifixión del llamado Santo Niño de La Guardia. Pero entonces la estrella del inquisidor TORQUEMADA comienza a perder su brillo.

El tribunal de la Inquisición también se extiende a la Corona de Aragón y Valencia.


Por bula de 17/10/1483 del Pontífice SIXTO IV, el tribunal de la Inquisición también se extiende a la Corona de Aragón y Valencia, siendo el dominico fray Tomás de TORQUEMADA el primer inquisidor designado para este reino (Al mismo tiempo lo es también de Castilla). Se producen, no obstante, protestas y graves alteraciones del orden, tanto en Zaragoza como en Barcelona y Valencia. Precisamente el citado Tomás de Torquemada se convertirá en el símbolo por excelencia de la dureza del tribunal inquisitorial. Desde este año, pues, el tribunal de la Inquisición es común a los dos reinos, Castilla y la Corona de Aragón, convirtiéndose en un instrumento de castellanización y en una fuente de conflictos con las instituciones catalanas.

El papa INOCENCIO VIII designa Inquisidor General para toda España a Tomás de Torquemada.


El papa INOCENCIO VIII (1484-1492) mediante una bula dictada en Roma, designa Inquisidor General para toda España al dominico Fray Tomás de TORQUEMADA, confirmando el anterior nombramiento.

ALEJANDRO VI, el papa BORGIA, nombra a tres nuevos inquisidores para ayudar a TORQUEMADA.


El inquisidor TORQUEMADA, llevado por un exagerado celo y un obsesivo rigor, continúa la vigilancia y la persecución de los judíos que no se han convertido sinceramente e incluso se atreve a procesar, por simple sospecha de judaizar, a personas de las familias de los obispos de Segovia y de Calahorra. Su osadía desborda su propio poder. Estas dignidades apelan ante ALEJANDRO VI, el papa BORGIA, quien, el 23 de junio de 1494, nombra a tres nuevos inquisidores con la caritativa excusa diplomática de ayudar al enfermo y anciano inquisidor.

A partir de 1496, fray Tomás de TORQUEMADA casi no sale del convento de Santo Tomás de Ávila.


A partir de 1496, fray Tomás de TORQUEMADA casi no sale del convento de Santo Tomás de Ávila. Apartado del omnímodo poder que ha ostentado, ya viejo y achacoso, todavía ese año se atreve a solicitar a ALEJANDRO VI la confirmación de un estatuto de limpieza de sangre para el monasterio en el que está retirado, porque alienta el temor de que falsos conversos ingresen como monjes en el convento y, una vez dentro, planeen su asesinato.

Fallece en Ávila, Tomás de TORQUEMADA (Ha sido Inquisidor General entre 1483 y 1498).


Fallece, en la fecha, en Ávila, Tomás de TORQUEMADA (Ha sido Inquisidor General entre 1483 y 1498). Aborrecido por todos, sus restos no lograrán el reposo eterno: sepultado en la cripta de Santo Tomás, su tumba será removida en 1572 para dejar sitio a los despojos del obispo de Salamanca Francisco Soto de Salazar. Sus restos, hoy, han desaparecido.