Los romanos recompensan a su aliada Pérgamo entregándole el oeste de Anatolia (Asia Menor)


Los romanos recompensan a su aliada Pérgamo entregándole el oeste de Anatolia, estableciendo así un equilibrio con el poderío seléucida. En efecto, la totalidad del tercio occidental de Asia Menor pasa a ser de Pérgamo, lo que supone una especie de renacimiento de Lidia. Pérgamo prosperará y tendrá buen cuidado de mantener relaciones de sumisión con Roma que se transforma en potencia hegemónica del Mediterráneo oriental. EUMENES II de Pérgamo, levantará un gran altar a Zeus (reconstruido en el Museo Pérgamo de Berlín) Los dominios seléucidas se ven reducidos al valle del Tigris-Éufrates y a Siria.