CARLOS VIII de Francia conquista el reino de Nápoles donde reina FERNANDO II de Nápoles.


CARLOS VIII de Francia, en su invasión de Italia, superados ya los Estados Pontificios, conquista, en la fecha, sin demasiadas dificultades, el reino de Nápoles donde reina FERNANDO II de Nápoles. Entra en Nápoles, llevado por cuatro caballos blancos, sosteniendo en su mano el cetro y la corona imperial de Constantinopla. A continuación se proclama rey de Nápoles. El Papa ALEJANDRO VI se ve obligado a conferir a CARLOS VIII la investidura del reino de Nápoles. Y es que CARLOS VIII, en el caso de Nápoles, tiene ciertos derechos. En efecto, en el siglo XIII, un hermano de San Luis, Carlos de Anjou, conde de Provenza, había tomado el reino de Nápoles: Aventura, por lo demás, sin grandes consecuencias, pues los franceses habían sido expulsados, rápidamente, de Nápoles y de Sicilia por los aragoneses, tras la matanza de las Vísperas Sicilianas. Desde entonces, los reyes de Francia habían renunciado a la idea de una reconquista, pero sin abandonar sus derechos.