COMUNIDADES DE CASTILLA (1520-1522)

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Toledo envía una respetuosa pero firme carta al rey CARLOS I, instándole a que no salga del reino.


El posible nombramiento de emperador del SIRG para CARLOS I, enciende los ánimos en Castilla, al considerar que los gastos del rey aumentarán considerablemente. Toledo envía, en la fecha, una respetuosa pero firme carta al rey CARLOS I, instándole a que no salga del reino, no permita la evasión de dinero, ni se otorguen los más altos cargos a los extranjeros. Es frecuente en la Edad Media que las villas y aldeas constituyan con la ciudad, en torno a la cual se agrupan, una comunidad municipal. La necesidad de las aldeas, asentadas en estos territorios, de unirse a efectos económicos y agrarios, cual es principalmente el aprovechamiento común de los pastos, estimula la creación de comunidades hasta que los reyes de la casa de Austria, al conceder privilegios de villazgo por los que las villas se independizarán de la ciudad, cabeza de término, contribuirán a su disolución. De distinto carácter son las comunidades de Catalunya, pues son municipios asociados con el fin de defenderse del poder señorial.

Salamanca redacta un documento, exponiendo ante CARLOS I, las reivindicaciones de Castilla.


El 19 de febrero de 1520, CARLOS I se dirige por escrito a la ciudad de Toledo, prohibiéndole concertar con otras ciudades. Así, en febrero, es Salamanca la que redacta un documento, que se envía a todas las ciudades con voz y voto en las Cortes, exponiendo las reivindicaciones de Castilla, manifestándose contra el servicio (impuestos) que el Rey pretende exigir antes de su partida hacia Alemania. Afirma, también, que Castilla no tiene por qué sufragar los gastos del Imperio, ya que los recursos de Castilla se deben emplear en la defensa exclusiva de la región y no sacrificarse al Imperio, al que tampoco quiere estar sometida. Para concluir, expresa que las Comunidades tendrán que tomar la defensa del reino si el Rey se niega a atender las justas quejas de su pueblo. El rey, en consecuencia, convoca Cortes en Santiago.

Los comuneros de Castilla lo primero que hacen es apoderarse de Tordesillas


Los comuneros de Castilla lo primero que hacen es apoderarse de Tordesillas, donde está recluida la reina JUANA la Loca, para pedirle que actúe como reina efectiva de Castilla. Consideran que CARLOS no tiene ningún derecho a reinar en vida de su madre, que ha sido víctima de un complot para apartarla del poder. Pero ésta se niega a unirse a los insurgentes -no quiere firmar ningún documento en contra de su hijo CARLOS- aun cuando éstos la toman como bandera ya que, al parecer, comparte sus ideas.

Carlos I suspende las Cortes de Santiago, convocándolas nuevamente en La Coruña.


El 31 de marzo se abren las Cortes de Santiago, negándose el acceso a los procuradores de Salamanca y absteniéndose de participar los de Toledo. En vista de que la mayoría de ciudades se opondrán a votar a favor de la posición de CARLOS I, éste suspende las Cortes de Santiago, convocándolas nuevamente en La Coruña para el 22 de abril.

En las Cortes que se celebran en La Coruña, CARLOS I soborna y somete a presión a varios procuradores.


En las Cortes que se celebran en La Coruña, en la fecha, CARLOS I, sobornará y someterá a presiones a la mayoría de los procuradores, logrando que estos, en su mayoría, consientan en votar, conforme a sus pretensiones, el servicio buscado.

En Segovia siguen graves disturbios y en Zamora, asimismo, estalla la revuelta popular.


El 30 de mayo, el procurador por Segovia Rodrigo de Tordesillas que, pese al juramento prestado a sus representados, vota a favor del servicio al rey en las Cortes de La Coruña, es apaleado en plena calle y ahorcado. En la misma fecha, Zamora estalla en revuelta popular. Y es que el descontento existente desde el momento de la llegada del nuevo rey a España estalla violentamente al emprender el rey CARLOS, su viaje a Alemania. Celosas de sus particulares intereses, de sus tradiciones, de sus privilegios, las ciudades temen la acción de una monarquía centralizadora. En Toledo, un grupo de hombres, liderados por Juan de Padilla, se alzan en armas y deponen al corregidor. Enseguida, el movimiento se extiende por las principales ciudades castellanas. Los procuradores que han votado a favor del servicio real no tardan en ser ejcutados.

La población de Guadalajara incendia las casas de los procuradores que han representado a la ciudad.


El 5 de junio, la población de Guadalajara asalta la fortaleza e incendia las casas de los procuradores que han representado a la ciudad ente las Cortes de La Coruña. En efecto, En toda Castilla la alta nobleza está molesta por su pérdida de poder político, la burguesía muestra intereses divergentes en torno al destino de la lana castellana, los conversos se lamentan de los rigores de la Inquisición, y las capas medias aspiran a una mayor participación política. El clero muestra su disconformidad ante el aumento de la presión fiscal, y el descontento popular ante el incremento de precios e impuestos añaden leña a un fuego social y de larga tradición de resistencia antiseñorial. Maldonado se hace fuerte en Salamanca y desde Tordesillas, los comuneros declaran disuelto el Consejo Real y acuerdan desobedecer las órdenes del Regente, a la vez que proceden a incautar las rentas reales destinadas al sostenimiento de la organización. El nuevo gobierno se hace con el apoyo de 14 de las 18 ciudades con voto en Cortes, si bien la nobleza, que en un principio parecía apoyar a los sublevados, no tarda en lanzarse en manos del emperador.

Se alza el pueblo de Burgos, siendo incendiadas las casas de varios notables.


El 18 de junio, se alza el pueblo de Burgos, siendo incendiadas las casas de varios notables, resultando ajusticiado el francés Joffre de Contannes, señalado como cómplice de los flamencos. El mismo día, el regente ADRIANO de Utrecht ordena al alcalde Rodrigo de Ronquillo reducir a los rebeldes segovianos. Comienza la lucha, produciéndose los primeros combates cuando Rodrigo de Ronquillo, con el apoyo de tropas de caballería e infantería, pretende la entrega de la artillería rebelde y tomar el control de Segovia. Madrid decide recaudar un impuesto especial para comprar armas y reclutar soldados, que acuden en apoyo de los segovianos, bajo el mando de Juan de Zapata. Rodrigo de Ronquillo es rechazado y obligado a retirarse hacia Arévalo.