Sube al trono del Imperio romano de Oriente, MAURICIO (582-602) sucesor de Tiberio I. MAURICIO, recién llegado del campo de batalla que es la frontera con Persia, se casa con Constantina, la hija de Tiberio, para así emparentar con la dinastía Justiniana. MAURICIO encuentra las arcas vacías, debido probablemente a las liberalidades de Tiberio, debiendo aumentar considerablemente los impuestos. Por ello no será demasiado popular, aunque no le faltarán cualidades como general ni como administrador.

MAURICIO se ve obligado a contener a los ávaros con la entrega de un tributo inmenso.

El ejército bizantino obtiene las victorias de Gantzak y Adiabene y colocan finalmente a COSROES II el Victorioso en el trono de Persia (590-628). MAURICIO -emperador bizantino- y COSROES II mantendrán lazos de amistad, y esto parecerá una oportunidad para implantar la paz.

VARAHAN usurpa la corona de Persia, comenzando una guerra civil. COSROES Parwiz, el hijo de rey Hormidas IV, pide asilo y ayuda a MAURICIO, que accede con sus condiciones: la cesión de la Armenia Persa a favor del Imperio romano de Oriente y las ciudades de Dara y Martirópolis mas una parte de la Mesopotamia.

Gracias a la paz concertada con Persia, MAURICIO inicia una campaña en los Balcanes contra los eslavos y los ávaros, que se han apoderado de Sirmium, Singidunum (Belgrado) y Viminacium, entre otras ciudades, y desde allí inician sus saqueos hacia Tracia. Los soldados que han luchado en el frente oriental son puestos a las órdenes de Prisco, quien rechaza a los ávaros fuera del territorio de Tracia y decide atacar a los eslavos mas allá del Danubio. Para ello atraviesa el río a la altura de Silistria y ataca por sorpresa a Ardagasto en su propio campamento. A pesar de tranquilizarse, tanto ávaros como eslavos siguen presionando sobre las tierras del Imperio.

El Papa GREGORIO sigue promoviendo la vida monástica. Cuando, en 593, el emperador MAURICIO publica un edicto prohibiendo a los soldados abandonar el ejército para ingresar en un monasterio, dada la desesperada necesidad de militares, GREGORIO le critica muy severamente. Aunque en su monasterio no ha adoptado la Regla de San Benito, es un gran admirador del «fundador del monacato occidental». De hecho, es autor, casi con toda certeza, de una colección de relatos, conocida como Diálogos, acerca de Benito y de otros santos. Podemos resaltar su carácter fantasioso pero conviene recordar al respecto que los relatos hagiográficos de este tipo cuentan ya con una tradición como género catequético destinado a edificar e instruir a los niños y a los adultos analfabetos por medio de historias amenas y entretenidas. GREGORIO es un comunicador muy eficaz, y llegará a ser muy estimado, hasta el punto de que, junto con Ambrosio, Jerónimo y Agustín, es considerado, como ya hemos dicho, uno de los cuatro doctores originales de la Iglesia latina.

Los ávaros avanzan hacia Dalmacia desde Syrmium, destruyendo todo a su paso. MAURICIO se niega a rescatar a 12.000 prisioneros del kan de los ávaros, los cuales son degollados, lo que le vale el odio del ejército y su rebeldía ante la orden de pasar el invierno del otro lado del Danubio combatiendo con los ávaros.

En la fecha, el emperador romano de Oriente, MAURICO, el amigo de COSROES II de Persia, es asesinado -decapitado- en Constantinopla, junto a sus seis hijos, en el curso de un motín. Furioso por este crimen, COSROES II se apresura a declarar la guerra a su asesino, un oficial de baja graduación, incapaz y sanguinario, llamado FOCAS que se hace proclamar emperador (602-610) e instaura un régimen de terror dirigido, principalmente, contra la aristocracia. Si hay un borrón en el expediente del Papa GREGORIO I, no es otro que la satisfacción con que recibe la noticia de que MAURICIO ha sido asesinado y su trono usurpado, ya que pretende someter las iglesias orientales a su jurisdicción sin conseguirlo.