Un comunicado de ETA abre las puertas a la negociación con el Gobierno por primera vez desde 1995 y pese a la detención a principios de mes de Mikel Antza. En un comunicado, ETA expresa su disposición “a dar cuenta de nuestra voluntad a todo el que lo desee, tanto directamente como a través de los intermediarios que se elijan”. La banda renuncia a exigir la libertad de los presos como cuestión previa, pero reclama la autodeterminación.

Seis históricos etarras presos abogan por abandonar las armas.

Batasuna anuncia en el velódromo de Anoeta una propuesta de negociación para alcanzar la paz -la «propuesta de Anoeta»- y se compromete a utilizar “vías exclusivamente políticas y democráticas”. Otegi propone separar el nivel político, con la mesa de partidos, del diálogo entre el Gobierno y ETA.Batasuna anuncia en Anoeta su propuesta de negociación.

El juez Fernando Grande-Marlaska imputa al etarra, De Juana, nuevos cargos de pertenencia a banda armada y amenazas terroristas por la publicación de dos artículos en Gara.

Batasuna hizo pública una carta abierta de Otegui en la que propone al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, buscar una solución al conflicto vasco mediante un acuerdo “no independentista” entre todas las fuerzas políticas de Euskadi, “nacionalistas y no nacionalistas”. La formación ilegalizada también instó a Zapatero a iniciar conversaciones con ETA para lograr la desmilitarización y negociar la puesta en libertad de los presos.

ETA hace público un comunicado en que muestra su “absoluta disposición y voluntad” a participar en el proceso de paz y respalda la propuesta de Anoeta. Aboga por un “diálogo amplio (…) para un acuerdo integral” y dice que “es tiempo de tomar la palabra”.

En España, el Ejecutivo comunica a ETA que sólo aceptará una tregua con garantías y exige pruebas de que abandonará las armas.

En un mitin en San Sebastián, Zapatero se compromete a ampliar el autogobierno vasco para permitir el “encaje” definitivo de Euskadi en España. Se muestra, además, dispuesto a escuchar la propuesta de Batasuna, pero lo condiciona a que cese “el ruido de las bombas y las pistolas”.

El Gobierno dice que no tiene abierta una vía directa de contacto con ETA ni la tendrá hasta que no demuestre que deja las armas, pero que está utilizando a terceros para evaluar las posibilidades de un eventual inicio de un proceso de paz y poner condiciones.

El líder del Sinn Fein, Gerry Adams, ve una oportunidad única para el fin de la violencia de ETA.