Francisco ESPOZ y MINA, que está en Francia, pasa de nuevo a Navarra para secundar el pronunciamiento de Riego que acaba de acontecer.

La ciudad de Barcelona, al igual que las de La Coruña, Murcia, Oviedo y Zaragoza, entre otras, se suma a la insurrección. De hecho, no es hasta el trienio (1820-1823) que en Catalunya se comienza el gran debate entre liberalismo y tradicionalismo. Durante la Guerra del Francés esta controversia no ha existido debido a la ocupación francesa del territorio. Una de las características esenciales del Antiguo Régimen es el foralismo.

FERNANDO VII jura a la fuerza la Constitución de 1812 y pronuncia el primero de los discursos de la Corona constitucional, donde afirma “marchemos francamente, y yo el primero, por la senda constitucional”. El nuevo gobierno convoca Cortes, en las que los liberales consiguen una sospechosa mayoría absoluta. Se inicia el Trienio Liberal o Constitucional (1820-1823) que concluirá al intervenir en España la Santa Alianza.

Aparece una decreto que obliga a los obispos españoles a escribir pastorales favorables a la Constitución.

Durante el Trienio Liberal (1820-1823), a imitación de la división territorial francesa, los liberales dividen a España en provincias, (división efímera que no alcanzará efectividad ya que será anulada por los absolutistas a partir de 1823). El Gobierno del Trienio Liberal crea las Diputaciones Provinciales “para promover la prosperidad de la provincia y los intereses de los pueblos.” El “Jefe Político” de la provincia es su Presidente, quedando el Capitan General relegado al mando militar. También la Constitución instaura los Municipios de elección popular; sus presidentes se llaman Alcaldes y su mandato dura un año.

Las relaciones del nuevo gobierno con FERNANDO VII llegan a un grado extremo de tirantez cuando éste pone reparos a firmar el decreto de disolución de las Órdenes Religiosas, una de las primeras leyes aprobadas -en la fecha- por las Cortes. En virtud de este decreto-ley casi todos los conventos de varones de España tienen que cerrar; sus comunidades son exclaustradas y sus bienes confiscados: es una nueva desamortización de bienes eclesiásticos.

Se aprueba el primer código español: Código Penal. Estaba previsto en la Constitución de 1812 . Este código refleja las ideas de Beccaría y regula la conmutación de penas, la rebaja penal y la rehabilitación por medio del arrepentimiento y la enmienda, así como la indemnización para los procesados inocentes. Igualmente establece la supresión del tormento, la sustitución de la pena de muerte por el garrote y prohíbe la confiscación de bienes, las justicias extraordinarias y toda clase de privilegios.

El Barón de Eroles, integrante de la “Regencia Suprema de España” es un famoso guerrillero de la Independencia, que se autonombra Capitán General de Catalunya. Sin duda para contrarrestar la influencia que en Catalunya tiene el absolutista, héroe popular Barón de Eroles, se envia a Catalunya a otro famoso guerrillero: el General ESPOZ Y MINA. Este lleva a cabo una campaña que le permite limpiar la región de partidas realistas en el espacio de seis meses. Arrasa la población de Castellfullit de Riubregós y toma la población de Seo de Urgel, acciones por las que es ascendido a Teniente General y condecorado con la Cruz de San Fernando. En el resto de España hay también sublevaciones absolutistas abortadas y reprimidas severamente. La “Regencia Suprema de España” se refugia en Francia mientras en Catalunya prosiguen las guerrillas.

El Duque de ANGULEMA, sobrino de LUIS XVIII, atraviesa, en la fecha, el río Bidasoa con 60.000 soldados franceses, a los que se añaden 30.000 voluntarios españoles, para “instaurar autoridades hispanas, ondear banderas españolas y restaurar, en nombre de FERNANDO VII, la religión, la propiedad y el orden”. Son los denominados “Cien mil Hijos de San Luis” enviados por Francia para cumplir el mandato de la Santa Alianza recogido en el Tratado de Verona (1822) e intervenir militarmente en España para restaurar a FERNANDO VII.

Toma del Trocadero (Cádiz) por el cuerpo expedicionario francés del duque de Angulema, que intervenía en nombre de la Santa Alianza para restaurar al rey Fernando VII como rey absoluto. Recibidos triunfalmente en toda España, tomaron sin dificultades la fortaleza gaditana.