El Diario de Barcelona, diario monárquico, conservador y católico, tras perder lectores, en 1838 empieza un proceso de renovación con la incorporación de nuevos colaboradores. El más destacado es el escritor Joan Cortada, que firma entretenidos artículos costumbristas bajo el pseudónimo Aben Abulema.

El Conservatori del Liceu es creado en 1838 como escuela oficial de estudios musicales y como complemento de las actividades del Liceu Filharmònic Dramàtic Barcelonès. El primer director es Marià Obiols.

La quema de conventos en 1835 ha propiciado el abandono del de Sant Sever i de Sant Carles Borromeu, vulgarmente conocido por el Seminari, y su transformación en cárcel. En mayo de 1838 han dado comienzo las obras y el 27 de mayo de 1839 ya puede ser ocupado. A partir de su inauguración, admitirá por igual hombres, mujeres y niños. En un espacio exterior de la cárcel, en el Pati de Corders, se procedía al rito de aplicar la pena capital. Aquel garrote vil era ejecutado en público, y solía haber una expectación grande.

En Barcelona se consigue la primera fotografía (daguerrotipo) realizada en España. Se experimenta desde el terrado de la casa número 7 de la calle Castaños con una máquina recien comprada por la Academia de Ciencias Físicas y Naturales de Barcelona, desde donde se consigue una vista de la Llotja y de la casa Xifré. No se conserva la foto (placa) ya que fue rifada entre los asistentes. Sí que se conserva la cámara con la que fue tomada. En el lugar donde fue obtenida se puso en 1975 una placa que dice: «EL DIA 10 DE NOVEMBRE DE L’ANY 1839 FOU OBTINGUDA EN AQUEST LLOC LA PRIMERA FOTOGRAFIA REALITZADA A ESPANYA. L’EXCEL.LENTISSIM AJUNTAMENT DE BARCELONA I L’AGRUPACIÓ FOTOGRÀFICA DE CATALUNYA, TESTIMONIEN AMB AQUESTA PLACA L’HOMENATGE DE LA NOSTRA CIUTAT A TOTS ELS PIONERS DE LA FOTOGRAFIA ESPANYOLA, BARCELONA, 14 DE DESEMBRE DE 1975»

La aparición del proletariado industrial está asociada al desarrollo de la industria. Se rompen las antiguas relaciones gremiales y son sustituidas por una relación social donde es importante el intereses de clase. El impulso industrialista que hay en Catalunya durante la primera mitad del XIX provoca también la creación de asociaciones obreras. La primera asociación obrera que actúa abiertamente es la Sociedad de Protección Mutua de Tejedores de Algodón de Barcelona, fundada el 10 de mayo de 1840 y vinculada a la industria textil. El impacto social provocado por la aparición del proletariado industrial es el argumento de los estudios sobre las condiciones de vida escritos en aquella época por socialistas utópicos.

Los obreros barceloneses intentan asociarse, con finalidades declaradas de socorro mutuo, desde el año 1835. Pero las leyes no lo permiten y es necesario esperar hasta el 1840, en que la liberalización política puesta en marcha por ESPARTERO autoriza la libre asociación. Se funda, pues, en Barcelona l’Associació Mútua d’Obrers de la Indústria Cotonera. Tiene como objetivo principal garantizar la previsión social y la ayuda mutua entre los trabajadores del sector textil.

La Reial Acadèmia de Bones Lletres de Barcelona, organiza, en 1842, los primeros Jocs Florals.

El 1842 se crea la Sociedad Catalana para el Alumbrado de Gas con el fin de suministrar energía para la iluminación pública y también para el consumo doméstico. La empresa es creada en Barcelona por iniciativa de Charles Lebon y del banquero Pere Gil. La novedad será seguida por otros municipios vecinos en años posteriores.

Es inaugurada en Barcelona la nueva iluminación de gas, que convierte a Barcelona en la primera ciudad del Estado Español que utiliza este sistema tan avanzado en su época.

«Motín de las levitas» en Barcelona, sublevación motivada por la firma de un convenio comercial librecambista con Inglaterra, ruinoso para la industria nacional, y especialmente la catalana, lo que motivó la intervención de Espartero, que bombardearía sin piedad la población.