GUERRA DE LOS BOXERS

Total de piezas: 37

Los diplomáticos europeos reciben órdenes de que evacúen Pekín y se dirijan a Tianjín. Se niegan.


Los diplomáticos europeos reciben, en la fecha, órdenes de que evacúen Pekín y se dirijan a Tianjin, a lo que los diplomáticos se niegan.

En las legaciones, en Pekín, quedan encerrados 475 civiles extranjeros (con 149 mujeres y 79 niños).


En las legaciones quedan encerrados 475 civiles extranjeros (con 149 mujeres y 79 niños), 450 militares y unos 3.000 chinos cristianos. Los sitiados se dividen por nacionalidades, bajo el mando nominal del representante británico, Claude MacDonald, y bastantes civiles se unen a los soldados. Disponen de tres cañones y una ametralladora; más tarde encontrarán un viejo cañón de los tiempos de la invasión anglo-francesa de 1860. Las municiones escasean. Se halla grano en un almacén, se sacrifican unos 150 caballos de carreras para carne, y algunos pozos proporcionan el agua necesaria en el caluroso verano.

El sitio de las legaciones europeas en Pekín se prolongará durante 55 días.


A tres kilómetros de distancia, son sitiados en la catedral católica de Bel Tang el obispo, monseñor Favier, y 3.500 feligreses chinos. Sus defensores son tan sólo 43 marinos, con escasas provisiones. Los bóxers incorporados a las tropas regulares chinas y apoyados por éstas, incendian los edificios exteriores de las legaciones. Se trata de tropas valerosas, más disciplinadas que los bóxers, pero su armamento es heterogéneo y anticuados sus cañones. El sitio se prolongará durante 55 días.

Los bóxers asesinan al embajador alemán cuando va a entrevistarse con el ministro de A.Exteriores chino.


Los bóxers asesinan al embajador alemán, Von Ketteler (no ha quedado claro si este asesinato fue un atentado organizado o simplemente fue obra de un grupo de delincuentes espontáneos), cuando va a entrevistarse con el ministro de Asuntos Exteriores chino. Por otra parte, es incendiada la catedral católica en cuyo interior mueren quemados dos mil refugiados, ancianos, mujeres y niños.

Esta pieza también aparece en ... ACTOS DE TERRORISMO/ATENTADOS

Comienza el asedio del barrio de las legaciones en Pekín.


El 20 de junio comienza el asedio del barrio de las legaciones en Pekín. Los representantes diplomáticos, reunidos en la Embajada española -cuyo ministro plenipotenciario, Jaime Cologán, es el decano del cuerpo representativo-, tienen que elegir entre agrupar fuerzas y personas a proteger e intentar llegar a la costa, o atrincherarse en las zonas y edificios susceptibles de resistencia, a la espera de la llegada de refuerzos procedentes de las bases costeras. Esta última posición es la defendida por la representación española y la que acaba por imponerse, frente a la propuesta inglesa de evacuación.

El imperio chino declara, con irresponsabilidad pero con razón, la guerra a los occidentales.


Ante la situación, en la Corte triunfan los partidarios de apoyar a los bóxers y el imperio declara, en la fecha, con irresponsabilidad pero con razón, la guerra a los occidentales.

En China, los occidentales ocupan Tianjin, pero no se atreven a avanzar sobre Pekín.


Mientras la prensa europea publica noticias sensacionalistas e incluso falsas sobre reales o presuntas atrocidades de los bóxers, los Gobiernos europeos buscan “venganza” y prometen “no dar cuartel”. La confusión informativa en Occidente es enorme. El 14 de julio, los occidentales ocupan Tianjin, pero no se atreven a avanzar sobre Pekín, al disponer de escasas tropas.

GUILLERMO II de Alemania al enviar tropas a China, las anima a comportarse como los “hunos”.


Un europeo que desbarra a propósito del acuerdo tomado en “el protocolo de los boxers” es, como cabe esperar, GUILLERMO Il de Alemania. Al enviar tropas a China, el 27 de julio de 1900, las anima a comportarse de tal manera, que los chinos se espanten con sólo ver a un alemán, del mismo modo que en otro tiempo los europeos se asustaban ante los hunos. Con ello sirve en bandeja un inapreciable argumento de propaganda a sus enemigos: pocos años después, los alemanes serán rutinariamente motejados de “hunos”.

Una fuerza multinacional de 20.000 hombres llegan a Pekín liberando el barrio de las embajadas.


El 4 de agosto, el general británico Alfred Gaselee, al mando de una fuerza multinacional de 20.000 hombres -10.000 japoneses, 4.000 rusos, 4.200 británicos (indios y chinos), 2.000 estadounidenses, 800 franceses y contingentes menores de Austria-Hungría (400), Italia (1.965) y Alemania (400)-, salen hacia Pekín, a donde llegan el 14 liberando el barrio de las embajadas. El asedio ha terminado. En la batalla de las legaciones y de la catedral de Pekín han muerto 64 militares y 12 civiles y han resultado heridos 156 soldados y 23 civiles y unos centenares de chinos cristianos. Fuera de la capital son asesinados 250 misioneros y algunos miles de chinos cristianos. La emperatriz de la China Tseu-Hi y su corte huyen ante las tropas aliadas, a la ciudad de Sian en el interior.

Los destacamentos europeos perpetran salvajes destrucciones y saqueos en China.


Los destacamentos extranjeros, europeos, americanos y japoneses perpetran salvajes destrucciones y saquean Pekín durante meses, lo que llena sus casas y museos de objetos chinos: quienes se esmeran son los alemanes que, para “compensar su retraso”, llevan a cabo expediciones “de castigo” y saqueo en China septentrional.