En el Debate Parlamentario sobre la OTAN que se celebra en la fecha, la mayoría del Parlamento apoya al Gobierno de Calvo-Sotelo en su intención de solicitar el ingreso de España en la Alianza Atlántica. Queda aprobado el dictamen emitido por la Comisión de Asuntos Exteriores con los 186 votos a favor de UCD, Centro Democrático, Partido Nacionalista Vasco, Convergencia i Unió y Unión del Pueblo Navarro; por los 146 en contra del Partido Socialista Obrero Español, Partido Socialista Andaluz, Partido Comunista de España, Euskadiko Ezkerra, Ezquerra Republicana de Catalunya, Partido Aragonés Regionalista y Unión del Pueblo Canario. La adhesión queda autorizada con las siguientes condiciones: 1. No aceptar compromisos que implicasen el almacenamiento o instalación de armas nucleares de la Alianza en nuestro país. 2. Obtener garantías para la defensa de todo el territorio peninsular y extrapeninsular, la recuperación de la soberanía sobre Gibraltar, el fortalecimiento de la soberanía y defensa sobre toda España y la aceleración, de forma paralela, de la negociación política y económica con la CEE.
OTAN / NATO
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El rechazo del PSOE a la adhesión a la OTAN se basa en una serie de argumentos recogidos en las resoluciones de su XXIX Congreso.
El rechazo radical del Partido Socialista a la adhesión a la OTAN se basa en una serie de argumentos recogidos posteriormente en las resoluciones de su XXIX Congreso en octubre de 1981. En primer lugar un sentimiento antiamericanista, consecuencia de la imagen negativa que se tiene sobre la política exterior norteamericana (imperialismo) y fomentada por el apoyo incondicional americano a la dictadura del general Franco. A esto hay que añadirle un cambio de opinión acerca de la guerra fría y el peligro que la amenaza soviética supone para España, cambio de opinión basado en un análisis más crítico y real de los objetivos de la política soviética en Europa. En segundo lugar, se argumenta que la Alianza no tiene en cuenta los intereses españoles en Gibraltar ni asume la defensa de Ceuta y Melilla, en las que España tiene amenazas reales. Se aduce con razón que el Norte de África, posible área de amenaza para España, no se encuentra dentro del área de aplicación del Tratado de Washintong.
En el Congreso del PSOE, se defiende que la única forma aceptable para el ingreso en la OTAN de España, es mediante referéndum.
Durante este Congreso se defiende igualmente que la única forma aceptable para el ingreso en la OTAN es la decisión popular expresada a través de un referéndum consultivo, medida ésta prevista en la Constitución para temas de especial trascendencia. González vuelve a comprometerse a la realización de un referéndum, en caso de que aún no se haya celebrado, cuando el PSOE acceda al gobierno. Todas estas medidas sobre la adhesión a la OTAN se complementan con la elaboración de un documento titulado «50 preguntas sobre la OTAN», que rebate los postulados adhesionistas del Gobierno de UCD, basándose en los inconvenientes que supone la incorporación a la Alianza
En España, manifestación «Por la paz y el desarme» en la que participaron más de 250.000 personas.
En España, manifestación «Por la paz y el desarme» de 15 de noviembre en la que participaron más de 250.000 personas. Se ponen en marcha igualmente campañas de recogida de firmas promovida por PSOE y PCE (con más de un millón de firmantes). Y como estrategia de desgaste del Gobierno da pronto sus frutos, produciéndose una disminución paulatina del número de partidarios de la adhesión, que ha pasado del 20 % en julio de 1981 al 13 % en septiembre del mismo año.
El Pleno del Senado deja libre el camino para la presentación en Bruselas de la petición de adhesión de España a la OTAN.
El 26 de Noviembre de 1981, el Pleno del Senado ratifica la decisión de la Cámara Baja por 106 votos a favor, 60 en contra y una abstención, dejando libre el camino para la presentación en Bruselas de la petición de adhesión.
El ministro de Asuntos Exteriores se dirige al secretario general de la OTAN, comunicándole la decisión de adhesión de España.
El día 28 de noviembre, el ministro de Asuntos Exteriores dirige una carta al secretario general de la OTAN, comunicándole que, en base a la autorización parlamentaria, España está en disposición de recibir favorablemente la invitación para la adhesión al Tratado del Atlántico Norte y se encuentra constitucionalmente autorizado para depositar, llegado el momento, el correspondiente instrumento de adhesión.
El embajador español en Bruselas, entrega oficialmente al secretario general Joseph Luns la solicitud de adhesión a la OTAN.
El 2 de diciembre el embajador español en Bruselas, Nuño Aguirre de Cárcer, entrega oficialmente al secretario general Joseph Luns la solicitud de adhesión.
Se firma en Bruselas por el Consejo Atlántico, el Protocolo de Adhesión de España, iniciándose los trámites de ratificación.
El día 10 de diciembre de 1981 se firma en Bruselas, en reunión ministerial del Consejo Atlántico, el Protocolo de Adhesión, iniciándose a partir de entonces el trámite de ratificación por los parlamentos de los quince países miembros de la Alianza. España dedica un esfuerzo considerable para convertirse en el miembro número 16 de la OTAN con la máxima rapidez posible, consiguiéndolo en apenas seis meses. Vivas protestas de la oposición socialista, que promete un referéndum sobre el tema cuando haya alcanzado el poder.
El secretario general de la OTAN dirige una carta al Gobierno español invitándole a adherirse a la Alianza.
El 29 de mayo de 1982, el secretario general de la OTAN dirige una carta al Gobierno español invitándole a adherirse a la Alianza. Ese mismo día, la Oficina de Información Diplomática del Ministerio de Asuntos Exteriores emite el famoso comunicado por el que se anuncia la entrega del instrumento de adhesión del Reino de España a la OTAN.
España se adhiere a la OTAN.
El 30 de mayo de 1982, con la entrega del protocolo correspondiente, en Washington, y previa la ratificación por los Gobiernos y los Parlamentos de cada uno de los países integrantes, España se adhiere a la OTAN, convirtiéndose en su 16º socio, pero sin incorporarse a la estructura militar integrada, de la que pasará a formar parte en 1997. La reacción social fue especialmente negativa. Los partidos de izquierda consideran la integración como una muestra de subordinación a la política de reactivación de la guerra fría protagonizada por Ronald Reagan.

