La decadencia de China a fines del siglo II se explica por la degeneración física de los emperadores, las incursiones bárbaras y finalmente por el deterioro de las condiciones de vida de los campesinos, debido al desarrollo de la gran propiedad. Por otra parte, en las luchas de camarillas y de facciones por conseguir el acceso al trono, juegan un papel relevante en el siglo II los eunucos palaciegos. Todo ello provoca el levantamiento de los «Turbantes amarillos» en Ssu-ch’uan y en Chantu (Centenares de miles de campesinos sublevados por las profecías de un mago taoísta) y el inicio del dominio de los jefes militares con lo que se produce la decadencia de la dinastía HAN.
HAN (Dinastía que gobernó en China)
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En China, dos jefes militares provinciales toman la capital y el imperio se sume en la anarquía.
En China, dos jefes militares provinciales toman la capital y el imperio se sume en la anarquía. Es instalado un emperador títere en el trono HAN: HSIEN (190-220), último emperador de la dinastía HAN. La «segunda parte» de los HAN, o período Oriental, ha estado plagada de convulsiones internas y revueltas palaciegas, instigadas en gran parte por una nueva figura en la corte: la de los eunucos, jóvenes castrados de rango social más bajo que prestan originariamente servicios de custodia del harén. Sin educación, resentidos por su mutilación y presentes en los pasillos del poder, los eunucos son en este período una fuerza desestabilizadora y enfrentada a los militares terratenientes. En la revuelta campesina que se ha dado en este año, los generales liquidan en una matanza a 2.000 eunucos.
Ts’ao Pei establece el poder familiar de la futura dinastía WEI ocupando el norte de China.
En China, después del aplastamiento de los «turbantes amarillos» luchan los generales por el poder que al emperador se le va escapando desde hace mucho tiempo en manos de las diversas camarillas, Ts’ao Pei establece el poder familiar de la futura dinastía WEI ocupando el norte de China. La caída de los HAN es inminente. Los Hiong-un meridionales se establecen más acá de las murallas, como federados.
En China, el último emperador de la dinastía HAN, carente ya de autoridad, es depuesto.
En China, el último emperador de la dinastía HAN, carente ya de autoridad, es depuesto en el año 220 por el general Ts’ao Pei. China queda desunida por espacio de tres siglos y medio, con tres grandes reinos en escena -Wei, Ch’u Han y Wu- y numerosos conflictos (argumento de una de las grandes obras literarias de la civilización china, «El romance de los tres reinos»). Ts’ao Pei funda una dinastía propia, la Wei (220-265). El estado Wei es el más poderoso y poblado, incluye el rico valle del río Amarillo. El más débil y despoblado es Ch’u Han (221-263) (Dinastía fundada por Liu Bei), cuya seguridad depende de sus fronteras montañosas. Wu (222-290) (Dinastía fundada por Sun Quan) es el más extenso, pero su población apenas supera a la de Shu. Cada uno de los reinos se considera así mismo el sucesor legítimo del imperio HAN por lo que todos sus reyes asumen el título de emperador y las guerras entre ellos serán frecuentes y devastadoras. Muchas ciudades serán reducidas a ruinas y la población caerá en picado.