En la fecha, en la India, Gulab Singh se constituye rajá (soberano) del Estado hindú de Jammu. En los años siguientes efectuará una serie de acciones (como las conquistas del valle de Cachemira y de Ladak) que le permitirán ampliar sus dominios. Comienza con Gulab Singh la dinastía hindú de los Dogra, que reconocerá la soberanía de Gran Bretaña y gobernará el valle hasta 1947.
CONFLICTO DE CACHEMIRA
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En la India, los príncipes indios compiten por el privilegio de ser los primeros en llevar sus tropas al frente.
Cuando se declara la Primera Guerra Mundial -el 28 de julio de 1914-, el dominio británico en la India parece firme. La explosión de patriotismo que saluda la declaración de guerra en Calcuta casi iguala a la de Londres. Los príncipes indios compiten por el privilegio de ser los primeros en llevar sus tropas al frente. Mientras los príncipes ofrecen tropas, la burguesía autóctona ofrece dinero, y la Asamblea Legislativa quiere contribuir al coste de la guerra en Europa.
A medida que la Primera Guerra Mundial avanza, la fatiga, común ya en Europa, se extiende a la India.
A medida que la Primera Guerra Mundial avanza, la fatiga, común ya en Europa, se extiende a la India, pero mientras los soldados del frente occidental creen al menos que luchan por la superviviencia nacional, los indios se aperciben de que dan sus vidas en Oriente Medio simplemente para ampliar los límites del Imperio británico y no por ellos mismos. Al iniciarse la guerra, no hay escasez de reclutas indios. Durante sus etapas finales, Gran Bretaña tendrá que limitarse a utilizar patrullas de leva. La autoridad británica en la India ha descansado menos en la coerción militar que en el respeto por la superioridad moral y material de la civilización británica. Al desaparecer esta superioridad, los días de la soberanía británica están contados. El gobierno británico responde al malestar causado por la guerra con un compromiso -la Declaración Montagu de 1917-, que en la India se interpreta como una promesa de que se concederá la categoría de dominio, o sea, con autogobierno. Al despertar esperanzas que Gran Bretaña no cumple, la Declaración Montagu acelera el proceso de la oposición antibritánica.
Una reunión prohibida en la ciudad punjabí de Amritsar es dispersada por tropas armadas con rifles y ametralladoras. Casi 400 muertos.
A la Primera Guerra Mundial sigue en la India una gran epidemia de gripe que causa gran mortandad, lo cual incrementa el malestar causado por la guerra. El principal centro de desorden es el Punjab, donde se han concentrado la mayor parte de las patrullas de leva británicas. En la fecha, una reunión prohibida en la ciudad punjabí de Amritsar es dispersada por tropas armadas con rifles y ametralladoras. La lista oficial de víctimas es de 379 muertos y más de un millar de heridos. El general Dier, responsable de la orden de abrir fuego, se muestra impenitente. Continúa la matanza, con flagelaciones públicas, y obliga a los indios, que pasan por una calle donde ha sido asaltada una misionera británica a recorrerla de forma humillante, a cuatro patas. La matanza de Amtirsar es la mayor atrocidad cometida en la historia del Imperio británico. Pero no será tanto la matanza en sí misma, sino los intentos para justificarla lo que exacerbará los ánimos.
El gobierno británico establece la «Comisión Simon», formada por todos los partidos para elaborar una Constitución adecuada para la India.
El gobierno británico no tiene la intención de conceder autogobierno a la India, pero anticipándose a posibles conflictos hace un gesto conciliatorio hacia la opinión india. Así, en la fecha, el gobierno británico establece la «Comisión Simon», formada por todos los partidos para elaborar una Constitución adecuada para el país. Al omitir la inclusión de miembros hindúes, la «Comisión Simon» es valorada como un insulto al pueblo indio. Incluso los indios mejor dispuestos hacia Gran Bretaña se niegan en absoluto a aceptarla.
Una serie de comisiones investigadoras nombradas por el Parlamento y el Gobierno británicos, recorren la India.
Ley del Gobierno de la India de 1935.
En India, los musulmanes, que están en minoría empiezan a reclamar un Estado separado.
Los musulmanes y los hindúes están tan separados por religión y por cultura que parece imposible que puedan vivir pacíficamente bajo un solo gobierno. Los musulmanes, que están en minoría empiezan a reclamar un Estado separado. Anteriormente un poeta musulmán había hecho maravillosas descripciones de una nación musulmana ideal a la que llamó Pakistán («país de los puros»). A los musulmanes les parece que éste es un nombre excelente porque las letras que lo forman coinciden con las iniciales de algunas de las provincias indias en las que hay más musulmanes. La «p» hace referencia a Punjab nombre que procede de la palabra nativa que significa «cinco ríos», ya que por esta región pasan el Indo y varios de sus afluentes. La «a» de Afganistán (país de afganos). La «k» de Kashmir (Cachemira) que significa «valle feliz». Y la «s» por Sind «río». Finalmente el sufijo «stan» significa «país de».
La Liga Musulmana de la India, no tiene otra alternativa que recurrir a la idea de Pakistán.
Antes de las elecciones de 1937 en la India, la Liga Musulmana (que agrupa los partidos representativos de la minoría musulmana), ha declarado su voluntad de formar coaliciones con el Partido del Congreso en los nuevos gobiernos provinciales. No obstante, entusiasmados por su éxito electoral, los dirigentes del Partido del Congreso se niegan a permitir a la Liga Musulmana la menor participación en el poder de los estados que controlan. Al negarles la participación a la que tienen derecho en el gobierno de la India, la Liga Musulmana no tiene otra alternativa que recurrir a la idea de Pakistán.
Winston CHURCHILL es sustituido como primer ministro por Clement ATTLEE, un modesto laborista.
En la fecha, Gran Bretaña acaba de ganar la guerra más espantosa de la historia y sigue controlando un fabuloso imperio, pero es a la vez un país pobre, triste y sometido a duras privaciones. Winston CHURCHILL ha sido sustituido, en la fecha, como primer ministro por Clement ATTLEE, un modesto profesor laborista. ATTLEE y el Partido Laborista, ante la fuerza que han adquirido los movimientos nacionalistas, son conscientes de que el imperio es insostenible y deciden deshacerse de él. No es una tarea fácil. Es preciso actuar con urgencia. La India donde las poblaciones indígenas están a punto de sumergirse en un aquelarre, es la clave. Con notable perspicacia, ATTLEE elige para la delicada misión a un almirante de sangre real, porte aristocrático, 1,80 de estatura y 46 años de edad: lord Mountbatten, a quien cuatro años antes CHURCHILL había designado comandante en jefe aliado en el Sudeste Asiático. Acepta y pone condiciones: será el último virrey, pero con plenos poderes y absoluta libertad de acción.