PRIMERA GUERRA MUNDIAL (1914-1918)

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Al iniciarse el verano de 1914 el mundo está relativamente en paz.


Al iniciarse el verano de 1914 el mundo está relativamente en paz. No hace muchos meses ha terminado la Guerra de los Balcanes (1912-1913) y las tensiones internacionales provocadas por la misma se encuentran bajo una pacífica apariencia. Por otra parte, los tres más poderosos tronos de Europa están ocupados precisamente por tres primos: JORGE V en Inglaterra, el zar NICOLÁS II en Rusia y el Kaiser GUILLERMO II en Alemania. Todo ello, no obsta, sin embargo, para que existan una serie de temores y ambiciones: a) Temor británico ante una posible invasión alemana, recreada en novelas y periódicos; b) Temores de Alemania ante la supremacía naval británica; c) Sospechas británicas ante el crecimiento de la potencia naval alemana, acentuadas tras la apertura del canal de Kiel, que permite a los barcos alemanes desplazarse de forma rápida y segura entre el mar Báltico y el Mar del Norte.

Francia y Gran Bretaña se hallan condenadas a convertirse en aliadas para evitar la expansión de Alemania.


En estos momentos, el dominio colonial francés está compuesto por unos 50 millones de habitantes que viven en unos 10 millones de km2 de extensión. El imperio colonial francés tiene como especial competidor al británico y no faltan los roces. Sin embargo, ambas potencias se hallan condenadas a convertirse en aliadas para evitar la expansión de Alemania, la potencía unificada gracias a la derrota de Francia en 1870-71.

La aparente paz mundial, no obsta para que existan una serie de temores y ambiciones.


d)Ambición alemana de conseguir territorio e influencia en el este, a costa de Rusia; e) Deseo francés de reconquistar Alsacia y Lorena arrebatadas por Alemania en 1870; f) Deseos italianos de conquistar territorios austríacos, extenderse por Dalmacia y controlar el Adriático; g) Deseos serbios de conseguir una salida al mar y de liderar a los eslavos balcánicos contra la presión austríaca; h) Deseos rusos de defender a los eslavos balcánicos contra el dominio de Austria; i) Las minorías de Austria pugnan por conseguir mayor independencia y decisión en sus asuntos. La amenaza de guerra ha estado fatalmente presente durante la década anterior a 1914 y, sucesivamente, en 1905, 1908, 1911 y 1913. Las grandes potencias disponen de ejércitos bien preparados y aguerridos. Alemania está necesitada de espacio vital y tiene un ejército poderoso regido por el Estado Mayor prusiano.

Los nacionalistas serbios, ven en la visita de Francisco FERNANDO un peligro para sus intereses.


Cuando FRANCISCO FERNANDO y su esposa morganática, la duquesa Sofia de Hohenberg, son conducidos a través de Sarajevo -capital de Bosnia- son asesinados por un estudiante bosnio radical, Gavrilo Princip. Los autores del atentado -nacionalistas serbios de Bosnia que luchan contra la hegemonía de Austria en la región de los Balcanes- han actuado por encargo de la organización secreta revolucionaria y nacionalista Unificación o muerte («La mano negra»). El día del atentado es todo un símbolo para Serbia: el día de Vidovdan, la fecha en que perdieron Kosovo en 1389, a manos de los otomanos.

El atentado de Sarajevo origina una crisis internacional.


Como parte de la oficialidad serbia y de la opinión pública apoyada por Rusia, respalda a los autores de los atentados en Sarajevo (poco antes había fracasado el lanzamiento de una bomba), se origina una crisis internacional. El gobierno austro-húngaro, en lugar de adoptar inmediatamente medidas contra Serbia (lo que siempre que se hubiera respetado la independencia serbia, y bajo la inmediata impresión del atentado, habría encontrado comprensión en la Europa occidental, principalmente en Inglaterra), dejará transcurrir casi un mes mientras, presionado por importantes círculos gubernamentales y militares de Viena, estudia como puede maniobrar a su favor la situación creada.

FRANCISCO FERNANDO y su esposa son asesinados en Sarajevo por un estudiante radical, Gavrilo Princip.


En junio de 1914, aniversario de la derrota del Campo de Mirlos (1389), Austria-Hungría efectúa maniobras militares en Bosnia, mayormente con objeto de impresionar a los serbios. El archiduque FRANCISCO FERNANDO, sobrino del emperador FRANCISCO JOSÉ I, como inspector de las fuerzas armadas, asiste a aquellos ejercicios, pese a haber sido advertido de que no se hallará seguro en territorio bosníaco. La región está infestada de extremistas que cuentan con el apoyo del gobierno serbio. Los nacionalistas serbios, ven en la visita de Francisco FERNANDO un peligro para los esfuerzos en pro de la gran Serbia ya que la intención de Francisco FERNANDO es la de llevar a cabo un cambio de estructuras en el Imperio de los Habsburgo, después de su subida al trono, mediante la formación de un tercer estado con los territorios eslavos del Sur (Bosnia-Herzegovina, Croacia-Eslovenia, «trialismo» en lugar del dualismo existente hasta entonces). Los esfuerzos de los nacionalistas serbios están dirigidos a todo lo contrario: a la incorporación de estos países al reino de Serbia (la gran Serbia).

FRANCISCO JOSÉ I, es advertido de que no existen pruebas para culpar a Belgrado del crimen.


Tras el asesinato de Francisco FERNANDO -sobrino del emperador- y su esposa, el Conde Tisza, presidente del Consejo de Ministros de Hungría, envía una carta al emperador de Austria-Hungría, FRANCISCO JOSÉ I, advirtiéndole de que no existen pruebas para culpar a Belgrado del crimen.

A Francisco José inquieta el eslavismo que une a rusos y serbios. Cree que debe sojuzgarse a Serbia.


A pesar de las advertencias de que no se encuentra culpable a Belgrado, el emperador FRANCISCO JOSÉ I de Austria-Hungría envía una carta autógrafa al káiser GUILLERMO II de Alemania, recabando su apoyo, que le ha sido dictada por su ministro de Estado, conde Berchtold. Aunque no se ha probado la participación del Gobierno serbio en el asesinato, FRANCISCO JOSÉ, a quien le inquieta el eslavismo que une a rusos y serbios y que puede cerrarse como un dogal sobre su vasto y heterogéneo imperio, cree llegada la ocasión de llevar a cabo una guerra preventiva y quizá definitiva para sojuzgar a Serbia.

El káiser GUILLERMO II le dice a Austria que puede contar con la total ayuda de Alemania.


El káiser GUILLERMO II contesta a la misiva recibida de Austria que «Austria puede contar con la total ayuda de Alemania, en caso de guerra contra Rusia» en su enfrentamiento con Serbia. El káiser comunica su apoyo incondicional («ahora o nunca», dice Guillermo, «hay que acabar con los serbios y, además, pronto»). Esta carta ha pasado a la historia como «un cheque en blanco».