En el mes de agosto de 1924 vuelve a ver un alzamiento general de las cábilas. ABD EL KRIM ha logrado reunir un ejército numeroso que actúa por el sistema de «razzias», apoyando las acciones en el factor sorpresa. Pero el caudillo cabileño comete, esta vez, un grave error. Después de amenazar Melilla, ataca a las posiciones francesas. París no está para bromas. Francia no puede ni quiere consentir las insolencias de este orgulloso beduino. Está decidida a aniquilarle. Para llevar a cabo una acción más eficaz contra las cábilas, interesa al Gobierno de Madrid para que tome parte en una operación de limpieza y pacificación del territorio marroquí que prepara.

Abd-el-Krim descendiente de los Beni Urriquel, inicia su trayectoria política a instancias de algunos representantes españoles que gobernaban parte de Marruecos. Pero se reveló en contra de los españoles y franceses que ocupaban su país y en 1925 propuso a ambos gobiernos un acuerdo para firmar la paz. Ninguna de las naciones colonizadoras aceptaron este plan por lo que continuaron los enfrentamientos. Los éxitos de las tropas españolas y francesas lograron que en 1926 Abd-el-Krim se entregara y fuera deportado a la Isla de Reunión.

Más grave todavía es el hecho de que la sublevación rifeña alcanza en este momento una fuerza como nunca ha tenido: Gomara y Yebala se unen a Abd-el-Krim y éste además captura a El Raysuli a comienzos de 1925, con lo que su autoridad en el medio indígena del protectorado español se hace indisputada. Tanto la retirada como lo que parece la definitiva victoria de los rifeños causan una profunda decepción al ejército africano, que no deja de mostrar su protesta contra el dictador y su política. En realidad, es la propia victoria del Abd-el Krim la causante de que se produzca ese giro en la política marroquí de PRIMO de RIVERA y de su victoria final.

En la fecha, España y Francia deciden, en la Conferencia de Madrid, una operación conjunta contra ABD EL KRIM y contra las tribus rifeñas y yábalas.

El acuerdo entre españoles y franceses, ratificado en la Conferencia de Madrid los meses de junio y julio de 1925, da como resultado el acuerdo de colaboración entre ambos países para el desembarco de tropas en Alhucemas, por lo que Abd-el -Krim aumenta sus castigos contra los soldados españoles que caen en sus manos, fusilando a los oficiales. En efecto, en el Norte del protectorado de Marruecos, se produce, en la fecha, el desembarco de tropas españolas en la bahía de Alhucemas (Costa mediterránea marroquí) «Desembarco de Alhucemas», que se plantea no como el resultado de un avance desde Melilla sino a base de la exclusiva utilización de la flota, la artillería y la aviación. Es una operación casi exclusivamente española, aunque también participa la marina francesa y está dirigida por el experimentado general Miguel PRIMO de RIVERA. Se salda con un espectacular éxito: se consigue tomar al enemigo por la espalda con tan sólo dieciséis muertos y, además, dividir en dos partes la zona que él ha dominado.

Al mismo tiempo, el general Sanjurjo, comandante general de Melilla, es el jefe de las fuerzas de Tierra, compuestas por unos 20.000 hombres. Las consecuencias del desembarco de Alhucemas son inmediatas, Abd-el-Krim, jefe de las cabilas rifeñas, se ve obligado a la negociación y la victoria española será el principio del fin de la Guerra de Marruecos.

Durante este período la política exterior española se mantiene dentro del marco tradicional de lo que ha sido la posición española en el contexto internacional, basada en una dependencia de Francia y de Gran Bretaña debida a la situación geográfica de nuestro país. El éxito español en Marruecos favorece el que España trate de contrapesar la influencia francobritánica con la de otros países; pero la propia estabilidad del escenario internacional tiene como consecuencia que no se produzca ninguna alteración fundamental de la posición española a la que PRIMO de RIVERA sirve con patriotismo pero también con cierta imprevisión y falta de habilidad.

Francisco FRANCO cuando cuenta sólo 33 años, se convierte en el general más joven de Europa. Este ascenso corresponde a los méritos de guerra contraídos en África.

En el Rif, inicia la ofensiva hispanofrancesa contra Abd el Krim

Finaliza oficialmente la guerra con Marruecos. Abd el-Krim huye y el territorio es repartido entre España y Francia. Esta victoria es, sin duda, el triunfo más espectacular del gobierno de PRIMO DE RIVERA, y sienta las bases de la política exterior de la Dictadura en el futuro. La voluntad de permanencia en el poder del general PRIMO de RIVERA a partir del año 1925, a pesar de que él mismo ha indicado la provisionalidad de su régimen, se basa precisamente en que haya solucionado un problema que ha sido la pesadilla de todos los gobernantes españoles desde el año 1898.